El sector educativo atraviesa un panorama incierto debido a la pandemia, sin embargo Fibra Educa, el fideicomiso de inversión en infraestructura educativa, no ha resentido los efectos que sí han visto las fibras de otros giros.
Educa es el único fideicomiso especializado en inmuebles de uso educativo, fue constituido en junio 2018 y es dirigido por Raúl Martínez Solares.
Hasta el cierre del segundo trimestre del año, la fibra cuenta con 59 inmuebles, de los cuales 19 son planteles universitarios, ubicados en Querétaro, Acapulco, Hidalgo, Estado de México, Yucatán, Jalisco, Ciudad de México, San Luis Potosí, Guanajuato y Tamaulipas.
Entre las instituciones se encuentran UNIVER, ICEL y el Instituto Patria. Durante el periodo los inmuebles generaron ingresos por 637,799 pesos, un ligero incremento en comparación con los 637,291 del primer trimestre del año.
Además tiene 35 inmuebles que corresponden a centros de aprendizaje, entre los que se encuentran planteles Quick Learning a lo largo del país, los cuales generaron 27,213 pesos en ingresos durante el trimestre.
Sin alivio a arrendatarios
La fibra destacó en su informe financiero que los ingresos no se han visto afectados pese a que la operación de los centros operativos se detuvo desde marzo con el inicio de la jornada de sana distancia.
Analizamos su información financiera más reciente, concluyendo que contaban y cuentan con la capacidad económica para cumplir con sus obligaciones contractuales de arrendamiento.
En particular se refiere a los que arriendan los inmuebles de los planteles universitarios, que representan el 87.41% y 87.17% del total los ingresos devengados en el primer semestre de 2020 y del Área Bruta Renta (ABR).
Además considera que no será necesario aplicar políticas de alivio a sus arrendatarios, por haber cumplido oportunamente con las obligaciones de pago estipuladas en los contratos. “El fideicomiso no presenta saldo en sus cuentas por cobrar a clientes, tampoco se han concedido descuentos ni acuerdos especiales sobre las rentas pactadas a ningún arrendatario” indicó la Fibra.
En otros casos, los planteles educativos perciben riesgos en la continuidad de su operación a causa de la pandemia.
Alfredo Villar Jiménez, presidente de Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP) y de la Asociación Nacional para el Fomento Educativo (ANFE), que agrupa a alrededor de 600 escuelas privadas de todos los niveles, reconoció que se espera una migración de la matrícula a escuelas públicas, aunque aún no tienen un porcentaje estimado, sin embargo, la fibra tiene otras expectativas.
Destacaron que no ven escenario adverso para los arrendatarios.
“Nos han expresado que, durante las crisis económicas, su matrícula se ha visto beneficiada, toda vez que los servicios educativos que ofrecen son de bajo costo por lo que suelen ser una buena alternativa para estudiantes que no pueden continuar pagando colegiaturas de alto costo, lo que beneficia a su negocio garantizando el cumplimiento del pago oportuno de los arrendamientos que tienen contratados con nosotros”.