La depreciación del peso frente al dólar generará ajustes en los precios de salida de los espacios industriales arrendados en México.
El peso mexicano tuvo su peor racha desde 1994 en marzo, al depreciarse 16.54%; hasta el 6 de abril la moneda mexicana se cotizó en 24.7830 pesos por dólar. Esto se ha dado por el alto grado de incertidumbre en el mercado.
El ajuste se espera principalmente en los corredores industriales tienen mayor concentración de contratos tasados en pesos como es el caso de Aguascalientes, Ciudad de México, Guadalajara, Guanajuato y Querétaro.
Se espera que los corredores en pesos busquen disminuir la brecha con los contratos en dólares, es decir, que podría darse un incremento en los precios en pesos, aunque no es probable que se igualen, comenta Pablo López, director general análisis de la plataforma de inteligencia inmobiliaria Solili.
Estos corredores presentan un escenario difuso, por un lado durante el 2019 fueron los más activos en nuevas construcciones.
Aguascalientes, Guanajuato, Guadalajara, Querétaro y San Luis Potosí sumaron 668,952 metros cuadrados de Área Neta Rentable (ANR), de los cuales el 82.64% fueron desarrollos especulativos, de acuerdo con la Plataforma de análisis inmobiliario Datoz.
Sin embargo, por las condiciones actuales de incertidumbre y por la propia dinámica del mercado se verán afectados. Según las encuestas mensuales que realiza Solili a desarrolladores e inversionistas, se prevé un panorama no tan alentador para Aguascalientes, y Querétaro que forman parte del bajío, además de Puebla que se considera dentro del corredor central.
La percepción menos favorable que se tiene de ellos se debe a que son corredores menos consolidados y que la industria no está tan diversificada, pues se centra en automotriz y manufactura, las cuales han encontrado escenarios complejos debido a la emergencia causada por COVID-19 en el mundo.
En aquellos en los que se espera un escenario no tan volátil son Ciudad de México, Guadalajara (pese a la afectación por el tipo de cambio) y Monterrey dado que son en los que se concentra el sector de logística y distribución, el cual por la circunstancia actual de restricción de movilidad de las personas se espera incremente la demanda necesaria para que los retailers puedan abastecer los bienes de consumo.
Otra de las observaciones hechas por Solili es que si bien no se han cancelado transacciones, algunas se han puesto en pausa pues los inversionistas se enfrentan a la incertidumbre de la pandemia, la recuperación se espera para el tercer y cuarto trimestre del año.
Por ahora, situación de mejoría de China no es todavía un punto a favor para las manufacturas mexicanas, ni para las empresas instaladas en México “viene una segunda disminución de su demanda de espacio dado que los destinos a los que podría exportar siguen sufriendo los embates del COVID-19” dijo el directivo de Solili.