La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) solicitó a las autoridades mexicanas que la reducción de vuelos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) comience a aplicarse a partir de la temporada de verano de 2024, que inicia en marzo.
Bajo el argumento de problemas de saturación, el gobierno federal ordenó a finales de agosto reducir a 43 los actuales 52 vuelos por hora en el AICM, tras dictar una disminución similar el año pasado. Sin embargo, a principios de mes aplazó la medida a enero próximo, en medio de críticas del sector.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo a principios de septiembre que no fueron las presiones lo que lo llevaron a reconsiderar el plazo, sino que su gobierno “siempre escucha y dialoga”.
La IATA reiteró en un comunicado enviado a Reuters su “oposición” al recorte de frecuencias y su llamado a las autoridades locales a buscar alternativas. “Sin embargo, si se impone una reducción a la industria, esto debe hacerse en consulta y con suficiente antelación”, afirmó.
Por ello, IATA ha pedido a las autoridades que cualquier reducción sólo se considere a partir de los horarios de verano de 2024
añadió la asociación, que argumentó que el nuevo aplazamiento daría tiempo a las aerolíneas a ajustar horarios y causar menos molestias a los pasajeros.
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Afectaciones por reducción de vuelos
Aunque la medida se pospuso hasta enero de 2024, la disminución todavía va a impactar en la cancelación de cerca de 1,000 vuelos semanales, lo que se traduce en 4,000 operaciones al mes, de acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana en la Ciudad de México (Coparmex CDMX).
Lo anterior generará pérdidas económicas y afectará la competitividad de la Ciudad de México y del país. Además repercutirá en la conectividad aérea, en un momento estratégico ahora que el país se encuentra en plena etapa de captación de inversiones mediante el nearshoring.
Por otro lado, los usuarios también verán los efectos inmediatos de la reducción de operaciones, ya que es muy probable que tengan que pagar más por hacer uso del recinto, puesto que se podría encarecer el precio de los boletos al cruzar por el AICM y se perderá un cierto volumen de horarios y conectividad
En la misma línea, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) externó previamente que la decisión disminuye la oferta de vuelos hacia y desde el centro del país y, al ser una medida forzada, podría provocar que los precios de los boletos se incrementen, pues habrá una sobredemanda por la reducción de asientos disponibles.