El director del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, advirtió que las tasas de interés deben seguir subiendo y mantenerse altas más tiempo para evitar un “régimen de alta inflación” durante un largo lapso, pese a que ésto pueda ralentizar las economías.
Durante un discurso dado en la Universidad de Columbia, en Nueva York, el directivo indicó que esta “región de estabilidad” no está definida por las tasas de interés o los niveles de deuda, sino que influyen otros factores como las fuerzas políticas y tecnológicas y las políticas macroeconómicas.
Carstens indicó que las deudas acumuladas durante la crisis mundial y la pandemia de COVID-19, también representan un reto para los bancos centrales que siguen incrementando sus tasas de interés para combatir la inflación.
Actualmente, algunos de los bancos ya están recibiendo presiones políticas para poner un alto a la subida de tasas y de esta manera garantizar que el costo del servicio de la deuda no se dispare.
También enfrentan grandes pérdidas, al menos sobre el papel, en los billones de dólares o euros, en bonos emitidos para tratar de impulsar sus economías durante las crisis, lo que significa que los gobiernos ya no están recibiendo una parte de los beneficios que esas compras generaron una vez.
Estos riesgos son importantes
según Carstens.
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Inestabilidad financiera
Otro reto importante para los bancos centrales en el mundo es la inestabilidad financiera. Desde la década de 1970, en cerca de una quinta parte de los casos, las tensiones bancarias han estallado aproximadamente tres años después del inicio de un ciclo mundial coordinado de alzas de tasas de interés.
El exgobernador de Banco de México (Banxico) subrayó que los mayores aumentos de la inflación y los niveles más altos de deuda del sector privado hacen que las tensiones sean cada vez más probables. Añadió que esta es la primera ocasión, desde la Segunda Guerra Mundial, que un aumento de la inflación fuera tan importante cuando los niveles de deuda son tan altos.
Aseguró que es un indicador que los responsables de política monetaria deben modificar su enfoque y abstenerse de aplicar recortes agresivos a las tasas de intereses una vez que la inflación se sitúe por debajo de los objetivos.
Esto ayudaría a limitar los efectos secundarios negativos de unas tasas de interés ultrabajas, sobre todo la acumulación del tipo de vulnerabilidades financieras que se han observado recientemente en el sistema bancario.
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Con información de Reuters