El 2018 será recordado como un año oscuro para el mercado accionario mexicano. El S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores presenta un ajuste de 16.21% en el año. De cerrar así, el índice habrá marcado su baja anual más profunda desde el 2008
El IPC se ha desmoronado 7,469 unidades en lo que va del año; este miércoles cerró en 41,885.31 puntos.
Mientras el IPC se encamina a su peor año en una década, el 74% de las emisoras que conforman el índice (26 de 35 empresas) están en terreno negativo.
Las acciones que sufrieron los ajustes más fuertes en el año fueron: Industrias Peñoles (-41.92%), Genomma Lab (-41.52%) y Grupo México (-41%).
El IPC, y las emisoras que lo componen, se enfrentó en el primer semestre a un contexto internacional que no lo favorecía, dijo Jonathan Zuloaga, asesor macroeconómico y de mercados de Columbus de México.
Uno de los temas que más provocó aversión al riesgo entre inversionistas fueron las bajas que sufrieron los índices estadounidenses a finales de enero y principios de febrero. En 10 sesiones, el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 cayeron alrededor de 10%.
Segunda mitad, el remate
La segunda parte del año no mejoró. Problemas financieros y políticos en Turquía llevaron a la lira turca a devaluarse casi 25% en cuatro días, a mediados de agosto.
El temor a un efecto contagio y que otros países emergentes siguieran los pasos de Turquía provocó que los inversionistas vieran a activos estadounidenses –como el dólar y bonos del tesoro– como refugio. Lo anterior llevó a la divisa estadounidense a fortalecerse frente a la mayoría de divisas, incluido el peso mexicano.
A las complicaciones externas se sumaron temas locales. La decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco e iniciativas de ley a los sectores bancario y minero del país terminaron por mandar al IPC hasta a niveles de 39,400 puntos.
“Fue el coctel perfecto para que tuviéramos un año negativo”, comentó Zuloaga.