Los servicios financieros en línea son una opción que ofrecen las instituciones bancarias para el manejo de dinero y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es el órgano que regula que estos movimientos respeten las obligaciones de ley.

Aunque los bancos tienen sus reglamentos internos que estipulan los montos que se pueden utilizar para la banca electrónica, el SAT es el gran beneficiario con el uso de las transferencias ya que tienen certeza del origen y destino del dinero.

Conceptos transparentes, de acuerdo con el SAT

Además de esta especificación, el órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le presta atención al concepto que se usa al efectuar una transferencia bancaria.

De esta manera, el SAT vigila que se cumpla la ley tributaria, evitando procesos turbios y garantizando el buen manejo de los contribuyentes.

SAT
Fotoarte: Andrea Velázquez.

Ante esto, lo más recomendable es que en “concepto” las personas pongan el motivo real de la transferencia, ya sea referente a un pago, una compra o un depósito entre familiares.

Algunos ejemplos básicos son los siguientes: pago de la luz, pago del agua y pago de la colegiatura. También podría usarse para compras en el súper, pedido de comida o renta.

Lo que no se debe hacer en una transferencia bancaria

El SAT aconseja que nunca se deje en blanco (vacío) el apartado de “concepto” porque complica o no permite identificar y clasificar el motivo de este. 

También recomienda no usar las transferencias bancarias para hacer bromas. Esto se recalca ya que en los últimos años se puso de “moda” recurrir al uso de expresiones en el concepto para llamar la atención de alguien, lo que es común entre exparejas que envían “te extraño” o “llámame” en lugar de un motivo real.

En ambos casos, el SAT puede considerar que se trata de movimientos falsos, especialmente porque hay un problema que se da con frecuencia: los prestanombres.

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