Google planea llevar las cuentas de sus usuarios británicos fuera del control de los reguladores de privacidad de la Unión Europea y situarlas bajo jurisdicción estadounidense, confirmó la compañía tecnológica a última hora del miércoles a Reuters.

El cambio, provocado por la salida de Reino Unido de la UE, dejará información personal sensible de decenas de millones de personas con menos protección y al alcance de las fuerzas del orden británicas.

Google, propiedad de Alphabet, tiene intención de exigir a sus usuarios británicos que reconozcan las nuevas condiciones de servicio, incluyendo la nueva jurisdicción, según fuentes familiarizadas con estos planes.

“Nada sobre nuestros servicios o nuestro enfoque de la privacidad cambiará, incluyendo la forma en que recogemos o procesamos los datos, y cómo respondemos a las peticiones de las fuerzas del orden de información de los usuarios”, dijo Google en un comunicado enviado por correo electrónico.

“Las protecciones del Reglamento General de Protección de Datos de Reino Unido seguirán aplicándose a estos usuarios”.

Un portavoz de Google declinó contestar las preguntas de Reuters.

Irlanda, donde Google y otras empresas tecnológicas estadounidenses tienen sus sedes europeas, permanece en la UE, que tiene una de las normativas de protección de datos más exigentes del mundo, el Reglamento General de Protección de Datos.