“Que sí, que no, que nunca te decides…” es la letra de una canción homónima de la década de 1990 que se popularizó gracias a la banda argentina El Símbolo. También, sin quererlo, es un reflejo de la polémica dentro del gobierno de México respecto a la fracturación hidráulica, o fracking.

Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no permitirá el uso de esta técnica que, mediante la perforación de rocas y el uso de agua a presión extrae petróleo y gas natural. La declaración del mandatario llegó días después de que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, asegurara que sí se utilizarían métodos de fracturación hidráulica.

López Obrador dijo que su gobierno es “ambientalista” y se pronunció contra el fracking, técnica polémica por la contaminación y afectaciones al ecosistema que genera. Esta ha sido la línea de su discurso desde hace años.

El miércoles, Nahle reculó. Dijo que su declaración sobre el uso de esta técnica, hecha en el foro Energy México 2019 la semana pasada, nunca ocurrió.

“Estuve en el foro de energía porque me invitaron y comenté que se está avanzando en la tecnología en el mundo, que hay que esperar”, se justificó.

Sin embargo, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 contempla un aumento en los recurso destinados al proyecto ‘Aceite y gas en lutitas’, que requiere de fracking. El monto representa un incremento de casi 100% respecto al año anterior.

Un proyecto incómodo

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, el Proyecto Aceite y Gas en Lutitas recibirá 3,350 millones de pesos, casi el doble de los 1,705 millones que recibió el año pasado.

El objetivo de este programa es evaluar los yacimientos no convencionales de aceite y gas en lutitas (un tipo de rocas) en las provincias de Sabinas, Burro-Picachos, Burgos, Tampico-Misantla, Veracruz y Chihuahua, una extensión geográfica que abarca los estados de Coahuila, Tamaulipas y Veracruz.

Petróleos Mexicanos (Pemex) ya tiene aprobada la perforación de ciertos pozos por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). En marzo de 2018, el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto dijo que se realizaría una licitación para combustible obtenido por medio de fracking, sin embargo a raíz del cambio de gobierno, el proceso quedó detenido y la licitación 3.3, que incluía campos terrestres no convencionales quedó cancelada.

Pozos existentes

Actualmente en México existen 20 pozos de recursos no convencionales perforados, de acuerdo con información de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

De estos, la mitad se encuentra en el área de Burgos, donde Petróleos Mexicanos perforó 10 pozos exploratorios entre 2010 y 2013. De estos, uno probó tener aceite ligero, tres gas y condensados y seis, gas seco.

En la provincia Sabinas se ha realizado actividad de explotación. En 2012, Pemex perforó el pozo Percutor-1, de gas seco, de acuerdo con información de la CNH.

La empresa productiva del Estado también perforó tres pozos en la provincia Tampico-Misantla, aunque se desconoce si fue para objetivos de exploración o explotación.

Los municipios del fracking

Son 118 municipios de Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Nuevo León, Puebla, Hidalgo  Coahuila los que son potencialmente afectados por las actividades relacionadas al fracking, de acuerdo con datos del grupo Alianza Mexicana contra el Fracking, retomados de la Secretaría de Energía y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

De estos, Veracruz es la entidad con mayor número de concesiones para la explotación de hidrocarburos de manera no convencional.

En estas zonas, Alianza Mexicana contra el Fracking estima que 6,664 localidades podrían ser directamente afectadas.

En su documento Impactos del fracking en las mujeres, la agrupación estima que la población de estas zonas es de 716,747 personas, de las cuales 51% son hombres y 49%, mujeres.

El fracking en el mundo

Datos de la Agencia Internacional de Energía ubican a México en el sexto lugar en el mundo en recursos prospectivos de shale gas y el séptimo en reservas de petróleo no convencional.

A nivel mundial, China tiene las mayores reservas de gas shale, sin embargo, debido a que sus reservas se localizan en una zona de gran estrés hídrico, el país importa cada vez más gas natiral de Estados Unidos para cubrir su demanda nacional, explica el documento Fracking: panorama internacional, nacional y regional del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, del Senado de la República.

La Unión Americana es el principal productos de hidrocarburos a nivel mundial. Actualemente es el país que tiene más tecnología y experiencia en materia de fracking. El uso de esta técnica se ha aunado a mayor contaminación del agua y actividad sísmica en los estados de Texas y Oklahoma, donde se realiza esta práctica.

De acuerdo con la Agencia de Protección al Medio Ambiente estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés), entre 2000 y 2010 se presentaron problemas por contaminación del agua superficial y subterránea en las zonas aledañas a los pozos.

Otros países han optado por prohibir esta práctica. Entre ellos, se encuentran Uruguay, Escocia, Australia y Alemania.