El Partido de la Revolución Democrática (PRD) enfrentará las elecciones de 2021 con el reto más difícil de su historia: obtener los votos que le garanticen mantener el registro como partido político nacional.
El desplome en la popularidad del partido fundado en 1989 por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y otros representantes de izquierda de la época, advierte que su supervivencia estará en juego en los siguientes comicios federales.
La alerta máxima para el PRD se encendió a principios de junio, cuando la Mesa Directiva de la Comisión Permanente en el Senado desapareció su bancada por no reunir el número mínimo de cinco integrantes.
Antes de la decisión notificada por la senadora Mónica Fernández Balboa, el PRD contaba con tres representantes en la Cámara alta, el menor número de representantes que ha logrado en su historia.
Perder el derecho de participar en la Comisión Permanente es un mensaje preocupante de lo que le espera en el futuro inmediato, dice Pablo Yáñez Placencia, politólogo de la Universidad Autónoma de Baja California.
“El PRD debe estar trabajando a marchas forzadas para encontrar la fórmula que le haga mantener el registro nacional. Eso es a lo máximo que aspira actualmente el partido”, dice el experto.
Para lograrlo debe alcanzar 3% del total de votos emitidos en la elección para renovar la Cámara de Diputados, según establece el artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos.
Conformar nuevas alianzas políticas y con organizaciones de la sociedad civil son dos alternativas que debe explorar el PRD para conseguir la votación necesaria, opina José Fernández Santillán, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ángel Ávila, secretario general del partido dijo que contempla formar coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) hacia 2021, pero para mantener el registro solo valdrán los votos directos que reciba.
Caída en picada
Los registros de las dos elecciones federales pasadas indican que el número de votos obtenidos por el PRD va en picada. Inclusive su porcentaje actual está por debajo del proceso de 1991, sus primeras elecciones en las que obtuvo 7.91% de las boletas.
La tendencia a la baja de votos del PRD se acentuó en 2018, cuando Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fundado por Andrés Manuel López Obrador -excandidato presidencial perredista en 2006 y 2012- se convirtió en la primera fuerza política del país cuatro años después de su fundación.
“Actualmente, la mayoría de cuadros dirigentes de Morena son gente que antes estaba en el PRD. Incluyendo al propio López Obrador”, comenta Fernández Santillán.
La crisis política del partido que utiliza como emblema un sol Azteca está plasmada en la representación más baja de su historia en el Congreso de la Unión.
Mientras que de 2009 a 2012 el partido contó con 26 senadores y 63 diputados, en el actual periodo tiene únicamente tres senadores y 11 diputados. Esto significa una caída de representatividad de 82% en la Cámara baja y 88% en el Senado en una década.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral, desde 1990 han perdido su registro nacional 22 partidos. En 2021 el PRD buscará evitar correr la misma suerte que el Partido Encuentro Social, Nueva Alianza o el Partido Humanista, por citar los casos más recientes.
No obstante, aún con sus debilidades el PRD tiene la opción de retomar ejemplos internacionales de proyectos políticos que triunfaron desde la izquierda, insiste Fernández Santillán.
El experto cita el caso de Portugal, donde el Partido Socialista de Portugal ganó dos comicios presidenciales consecutivos desde 2014, abanderado por Marcelo Rebelo de Sousa.
En las elecciones del 6 de junio de 2021 estarán en juego las 500 curules de la Cámara de Diputados, así como 15 gubernaturas.