La dexametasona, un esteroide barato y muy utilizado, se ha convertido en el primer fármaco que demuestra ser capaz de salvar vidas entre los pacientes con COVID-19.

Ante su efectividad, esta sustancia es considerada por los científicos como “un gran avance”.

Los resultados de las pruebas revelaron que la dexametasona, que se usa para reducir la inflamación en otras enfermedades, redujo la tasa de mortalidad en alrededor de un tercio entre los pacientes más gravemente enfermos de COVID-19 ingresados en el hospital.

Los resultados sugieren que el fármaco debería convertirse de inmediato en la atención estándar de los pacientes con casos graves de coronavirus, de acuerdo con investigadores que dirigieron las pruebas de esta sustancia.

Éste es un resultado que muestra que si a los pacientes que tienen COVID-19 y están con respiradores o con oxígeno se les da dexametasona, se salvarán vidas, y lo hará a un costo notablemente bajo

 dijo Martin Landray, profesor de la Universidad de Oxford y uno de los directores de la prueba conocida como RECOVERY.

En ese sentido, el especialista señaló que será ‘muy difícil’ reemplazarlo por cualquier otro medicamento, dado que por menos de 50 libras (alrededor de 63.26 dólares), se puede tratar a ocho pacientes y salvar una vida.

Por su parte Peter Horby, el investigador principal, dijo que la dexametasona era el único fármaco que ha demostrado reducir significativamente la mortalidad y la reduce significativamente.

Actualmente, no hay tratamientos o vacunas aprobadas para COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus que ha matado a más de 431,000 personas en todo el mundo.

Sustancia Salvavidas

El ensayo RECOVERY comparó los resultados de alrededor de 2,100 pacientes que fueron asignados al azar para recibir el esteroide, con los de alrededor de 4,300 pacientes que no lo recibieron.

Los resultados sugieren que se evitaría una muerte con el tratamiento con dexametasona entre cada ocho pacientes de COVID-19, además de que se evitaría una muerte entre cada 25 pacientes que recibieron el fármaco y están en tratamiento con oxígeno.

Entre los pacientes con COVID-19 que no necesitaban apoyo respiratorio, no hubo ningún beneficio del tratamiento con dexametasona.

El beneficio de supervivencia es claro y grande en aquellos pacientes que están lo suficientemente enfermos como para requerir tratamiento con oxígeno, por lo que la dexametasona debería convertirse ahora en el estándar de atención en estos pacientes

 dijo Horby.

Estos hallazgos podrían transformar el impacto de la pandemia de COVID-19 en las vidas y las economías de todo el mundo, comentó por su parte Nick Cammack, experto en COVID-19 de la organización benéfica para la salud mundial Wellcome Trust.

El ensayo RECOVERY se lanzó en abril como una prueba clínica aleatoria para probar una serie de posibles tratamientos para el COVID-19, incluyendo la dexametasona en dosis bajas y el fármaco contra la malaria, la hidroxicoloroquina.

Con información de Reuters.