Jessika Becerra y Miguel Moscosa

Los mexicanos que perciben mayores ingresos aportan el 65.2% de la recaudación que obtiene el gobierno federal por el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel, mientras que las personas de menores ingresos contribuyen con el 8%, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda. 

En su informe sobre ‘Distribución del pago de impuestos y recepción del gasto público por deciles de hogares y personas’, Hacienda destacó que en general, la recaudación del sistema tributario en su conjunto proviene principalmente de la población de mayores ingresos.

 Ello implica que se cumple con uno de los principios deseables en todo sistema tributario: que la carga fiscal corresponda a la capacidad de pago de cada hogar o persona.

Estímulo fiscal favorece a quienes usan auto

El estímulo fiscal que se da a través del IEPS para contener el alza en los precios de la gasolina solo favorece a  las personas que cuentan con vehículo, cuando debería favorecer a la mayoría de la población.

 Ya es hora de que debatamos realmente cuál es el nivel óptimo socialmente hablando de la fiscalía de combustibles

manifestó a EL CEO Fluvio Ruiz, exconsejero independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En la semana del 12 al 18 de marzo; Hacienda eliminó el 100% del cobro de IEPS tanto en los litros de Magna, que es la de mayor venta, como en la Premium y diésel para contener el alza del precio del combustible impulsado por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.

Además, dio un estímulo “complementario” para proveedores y distribuidores de gasolina.

Castigan ingresos por subsidios

Para Ruiz, eliminar el cobro del IEPS significa favorecer solo al sector privilegiado, cuando los ingresos que se generan por petróleo y sus derivados- como la gasolina- debieran utilizarse para medicinas, hospitales y escuelas, por ejemplo. 

Dejar de cobrar una parte del IEPS en gasolina en el 2020, significó a las arcas del gobierno un sacrificio de 104,000 millones de pesos, que es un nivel hasta ahora menor respecto a otros sexenios. Al mes, el subsidio cuesta 30,000 millones de pesos, según cálculos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

En la administración de Felipe Calderón se destinaron 700,000 millones de pesos a subsidiar gasolina, ya que solo en el 2012 cuando José Antonio Meade era secretario de Hacienda, se utilizaron 200,000 pesos para ese objetivo. 

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Solo con el estímulo fiscal de la semana del 12 al 18 de marzo, la Secretaría de Hacienda dejará de recaudar 5.49 pesos por cada litro que se venda de la gasolina Magna, 4.63 pesos por litro en Premium y 6.03 en diésel.

Para Abril Moreno, directora general de Energía Debate, el estímulo fiscal responde a la necesidad de controlar los precios del combustible para no afectar la revocación de mandato que busca el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya que si fuera una política estratégica habría un subsidio focalizado. 

Las medidas que han tomado no son estratégicas, son reacciones populistas por mantener el voto y las promesas de campaña y porque está inmediata la revocación

aseguró Moreno.

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Fluvio Ruiz sostuvo que el límite del gobierno debió haber sido no cobrar el IEPS, y que el estímulo complementario fue un exceso.

 Es una forma absurda de dilapidar la renta petrolera. Habría mil destinos en beneficio de todos, porque la renta petrolera debe ser en beneficio de todos porque proviene de un recurso que le pertenece a la nación, que es el petróleo

 reiteró.  

En la Ciudad de México se consumen diariamente 120,000 barriles diarios de gasolina, con 50 centavos por litro se recaudarían 4,000 millones de pesos al año, lo que representa 25% del presupuesto del Metro y podría aprovecharse para darle mantenimiento e incentivar su uso. 

Los precios de los combustibles estuvieron congelados en el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines y que los descongeló Luis Echeverría

Enrique Peña Nieto fue el último presidente que congeló el precio de las gasolinas en 2016 para disminuir 10% el precio del Gas Licuado de Petróleo (LP) y congelar el precio de las gasolinas. 

Sin negociación, no habrá freno a los precios 

Si no progresan las negociaciones entre Rusia y Ucrania para frenar el conflicto bélico, el precio del WTI podría rebotar a niveles de 130 dólares, aunque hay proyecciones de que se eleve a 170 dólares. 

 Pareciera que se empieza a estabilizar ciertamente en un nivel alto pero si el conflicto se prolonga más, de uno o dos meses, y Europa tiene que bajar sus inventarios Podríamos llegar otra vez a estos rebotes del WTI a 130

comentó Fluvio Ruiz.  

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El alza dependerá de la duración del conflicto. Si se prolonga mucho y Europa tiene que hacer uso de sus reservas estratégicas, y Estados Unidos también, los precios pueden aumentar.

“Hay quien habla de 170 dólares el WTI, pero tiene que ver mucho con la duración del conflicto, pues en esa zona se mueven más o menos 1.1 millones de barriles diarios”, detalló el exconsejero. 

El conflicto entró en resonancia con una dinámica del mercado donde los precios ya venían subiendo desde finales del año pasado, debido a que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha sido muy disciplinada en cumplir el acuerdo de ir incrementando en forma paulatina su producción.

“Ya estaba apretada la oferta y la demanda porque la economía se venía recuperando y el suministro de la demanda no tanto. Ahora, los temores disparan el precio. Que haya una bomba mal lanzada y reviente un oleoducto o escale el conflicto, y de plano no pueden transitar los barcos, todo eso genera especulación”, comentó el analista. 

Abril Moreno, por su parte, señaló que India acaba de comprar petróleo ruso, lo que hace que la presión en los precios se reduzca. A su vez, las negociaciones entre Rusia y Ucrania pueden llevar al Brent a fluctuaciones de 95 a 105 o cuando mucho 110 dólares por barril.  

“Si las negociaciones no llegan a un buen término, y Rusia quiere penetrar más a Ucrania, y esto se alarga más, las consultoras americanas estiman que puede llegar a 200 dólares el barril diario”, comentó Moreno.

Pero eso, si se desatara la guerra, no habría forma de controlarla, y se llevaría a largo plazo. 

“No creo que en dos, tres semanas o en un mes, estemos tocando esos precios. Es una expectativa que tienen algunas consultorías, pero creo que si no llegan a buen término, el precio no llegará más allá de 130 y 140 dólares. Si se pone muy grave llegaría a 180 y 200, pero no lo veo ni siquiera a mediano plazo” concluyó. 

México participaría en la sustitución de crudo ruso

Gonzalo Monroy, managing director de la consultoría GMEC, destacó que Europa busca sustituir los crudos pesados de los Urales con una parte que viene de Canadá, otra de México, de Arabia Saudita y de Venezuela

Por eso es que vimos estos acercamientos con el régimen de Nicolás Maduro por parte de Joe Biden

comentó.

La mezcla proveniente de Urales podría ser sustituida por crudos quizá más pesados como el crudo sintético canadiense, el maya mexicano, el tía Juana de Venezuela, o una mezcla de pesados saudís.

Se trata de encontrar la mezcla correcta para sustituir crudo, pero eso no ocurre de la noche a la mañana, y eso va a mantener los precios relativamente altos.

“A su vez, se empieza a notar un factor psicológico especialmente en el lado de la demanda de gasolina en la del Golfo de México – el famoso PADD 3- y eso va a seguir apretando más los márgenes los precios del petróleo. Seguirán subiendo también los de la gasolina y los de todos los derivados del petróleo”, admitió. 

Además, la volatilidad en los mercados está apretando los márgenes en el mercado de la refinación.