El comisionado presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García Alcocer, presentó su renuncia este lunes.
Esta fue la carta que presentó al Senado de la República para explicar los motivos de su dimisión y anunciar que esta será efectiva a partir del 15 de junio.
A la opinión pública
Durante el último cuarto de siglo, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se ha posicionado como una institución esencial del sector energético nacional. La Comisión pasó de ser una oficina de apoyo técnico de la Secretaría de Energía en 1993, a una dependencia en pleno ejercicio de sus facultades en 2019.
Desde abril de 2016, he tenido el honor de encabezar esta organización y dirigirla durante su refundación, sin duda un momento trascendental de su historia. Después de tres años de haber ocupado la posición que ha implicado los mayores retos y satisfacciones de mi carrera profesional, he decidido separarme del cargo de Comisionado Presidente de la CRE a partir del 15 de junio de 2019.
Me voy con la satisfacción de haber cumplido con objetivos que hace pocos años parecían inalcanzables en el sector energía, y orgulloso de la capacidad, integridad, honestidad, fraternidad y patriotismo de la familia CRE: los colaboradores y Comisionados que me acompañaron en estos tres años. Me siento profundamente agradecido con todas y cada una de las personas que trabajan o trabajaron en la Comisión durante mi gestión. Hacia adelante, estoy convencido de que existen bases institucionales sólidas para afrontar los retos del futuro con pasión y entusiasmo.
La máxima instancia de toma de decisiones de la Comisión, el Órgano de Gobierno, tiene hoy una nueva composición con una visión mayoritaria diferente a la mía. Si bien tenemos puntos de vista y enfoques técnicos incompatibles, hemos coincidido en el objetivo de garantizar un suministro de energéticos de calidad y a precios asequibles en México. Con mi salida quiero permitir que el sector se siga desarrollando, con los ajustes que se requieran a partir de esta nueva visión para que se alcance el objetivo común: un sector energético dinámico, con participantes públicos y privados, que siente la base para el desarrollo nacional. Por eso le pido a todos los colaboradores que brinden su apoyo para alcanzar los objetivos regulatorios, sin sacrificar la solvencia técnica que ha caracterizado a la CRE por 25 años, siempre en apego al marco legal vigente.
La CRE pudo elevar en estos tres años el debate sobre los riesgos sectoriales que se enfrentaron, con base en una perspectiva técnica y sustentada. La labor del regulador es advertir sobre los riesgos y que quien deba tomar las decisiones de política pública cuente con información precisa y oportuna, lo mismo en materia energética y de mejora regulatoria, que en el marco de iniciativas de ley analizándose en el Congreso. Es por ello que el ejercicio de la autonomía institucional con base en criterios técnicos debería ser parte del debate que enriquece la vida pública.
Al entender la autonomía como la más alta responsabilidad, la Comisión ha tendido puentes con actores e instituciones clave de la presente administración. Así, se ha establecido una relación cotidiana de trabajo en distintos frentes como son el seguimiento de precios de los energéticos y el combate al robo de combustibles. En paralelo, se aportaron elementos relevantes para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
A mi salida tengo la satisfacción de haber cumplido con la misión fundamental de mi gestión: conducir a la CRE durante su proceso de refundación. El marco constitucional y legal aprobado entre 2013 y 2014 implicó una transformación de fondo para la Comisión, mediante la cual se cuadruplicaron sus atribuciones, y su base de regulados creció de aproximadamente 1,000 a más de 22,000. Para enfrentar este desafío, llevamos a cabo una reingeniería institucional sin precedentes, tras la cual replanteamos –de manera abierta y colaborativa– el propósito, estructura y rumbo de la organización.
Mientras estuve al frente de la institución, la CRE desarrolló su vocación para regular y monitorear mercados, supervisar y verificar a sus permisionarios, y sancionar a quienes incumplieran con la regulación. De igual manera, se aprovecharon las tecnologías de la información para digitalizar el 100% de los trámites de la Comisión, al tiempo que se lanzaron aplicaciones móviles como la GasoApp y la AmiGas LP, lo que ha facilitado la interacción con nuestros regulados y con la ciudadanía. La implementación de este conjunto de iniciativas contribuyó a que la CRE se posicionara como la segunda institución más automatizada de la Administración Pública Federal, sólo por debajo del Servicio de Administración Tributaria.
Durante mi gestión, en todo momento se aplicaron estrictas reglas de contacto con permisionarios, así como mejores prácticas de transparencia, austeridad y coordinación sectorial, mismas que han situado a la CRE como un ejemplo entre sus pares y le han valido el reconocimiento de la comunidad internacional. En este renglón, vale la pena subrayar que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales reconoció a la Comisión por cumplir al 100% con sus obligaciones en materia de transparencia.
El fomento a la equidad de género constituyó otra prioridad de mi administración. La inclusión de la perspectiva de género es esencial para la toma de decisiones, por lo que impulsamos y alcanzamos la paridad de género en cargos de responsabilidad directiva. Gracias a una política institucional integral, hoy laboran en la Comisión más mujeres profesionistas que nunca en su historia.
Además de redefinir la identidad de la CRE, impulsamos diversos proyectos sectoriales y modernizamos el marco regulatorio para beneficio de generaciones futuras.
Entre los hitos más relevantes de los últimos años, se encuentra el avance significativo de las energías limpias en nuestro país. En este sentido, la Comisión participó activamente en la realización de tres subastas de largo plazo, gracias a las cuales se están desarrollando 53 nuevas centrales eléctricas en 19 estados de la República. Al día de hoy, ya han entrado en operación 15 centrales que representan el 66% y el 37% de la capacidad total comprometida de la primera y segunda subasta, respectivamente. Por su parte, los proyectos resultantes de la tercera subasta avanzan en tiempo y forma. Las subastas han sido un parteaguas para el sector eléctrico, pues los costos cada vez menores de las energías solar y eólica han permitido que las renovables compitan –sin subsidios– con tecnologías fósiles convencionales, lo cual ya se está traduciendo en menores precios para los usuarios.
Asimismo, en 2017 se aprobó la regulación vigente sobre generación distribuida, la cual facilita el despliegue de los techos solares en México. Más de 95 mil instalaciones en hogares y pequeños negocios dan cuenta de la presencia que está teniendo esta opción que empodera al consumidor al permitirle tomar el control de su energía. Actualmente se encuentra en consulta pública un nuevo proyecto regulatorio que habilita la generación distribuida colectiva, es decir, permite que un techo solar abastezca a múltiples usuarios, y que a cada uno se le asigne un porcentaje de la energía generada.
A principios de 2019 se aprobó un acuerdo definiendo y reconociendo los distintos servicios y beneficios que las tecnologías de almacenamiento pueden brindar al sistema eléctrico. Dicho acuerdo es un primer paso encaminado a impulsar el uso de tecnologías de almacenamiento que aceleren la adopción de las energías renovables en nuestro país. Por otra parte, se emitieron reglas simplificando la instalación y operación de electrolineras, hecho que puso a México a la vanguardia y sienta las bases para una mayor electrificación del transporte público y privado.
En materia de tarifas eléctricas, la CRE emitió una nueva metodología de cálculo, transparentando así los costos para cada una de las actividades de la industria eléctrica. Por primera vez en la historia se revelaron los costos de cada región, con el fin de evitar subsidios cruzados y proteger a los usuarios del servicio eléctrico. Dado el impacto de esta medida, la CRE interactuó de manera sostenida con distintas dependencias de gobierno tanto federales como estatales, así como cámaras industriales.
Durante mi gestión se aprobó el inicio del régimen permanente de reserva de capacidad de gas natural, cumpliendo con ello una demanda de más de 20 años del sector, de poder elegir al comercializador que ofrezca las mejores condiciones de precio de la molécula, pagando por separado su transporte a través de una tarifa regulada por la CRE. En paralelo, se eliminó el precio máximo de venta de primera mano de gas natural, se empezaron a publicar índices de precios nacionales y regionales, y se propició la entrada de un gran número de comercializadores. Todo lo anterior con el objetivo de fortalecer la seguridad de suministro en el país, en tanto se recupera la producción nacional de gas natural.
Adicionalmente, trabajamos en la modernización del marco regulatorio de la distribución de gas natural, bajo los principios de mayor flexibilidad y menor carga regulatoria. Esto con el objetivo de expandir la cobertura actual y que la población tenga acceso en sus hogares a un energético seguro y de bajo costo.
En materia de gas LP, la CRE interpuso la primera denuncia en la historia ante la Comisión Federal de Competencia Económica por comportamientos potencialmente anticompetitivos. Para brindarle más opciones a la ciudadanía, se estableció el expendio de gas LP en supermercados y autoservicios, así como una nueva modalidad de distribución por autotanque (sin requerir una planta de almacenamiento). Asimismo, se trabajó con las autoridades en materia de desarrollo social para que bodegas en zonas remotas pudieran abastecer este combustible en sustitución de la leña. El Sistema de Registro Estadístico de Transacciones Comerciales (SIRETRAC) es otro legado de esta administración, mediante el cual se pueden rastrear las compras y ventas entre los distintos actores de la cadena de valor del gas LP. Los módulos de gas natural y petrolíferos del SIRETRAC entrarán en operación progresivamente en el transcurso de los próximos meses.
En gasolinas y diésel, se diseñó y entró en vigor por primera vez en la historia del país una Norma Oficial Mexicana con estándares de calidad mundial, limitando así los impactos ambientales y de salud pública de los combustibles. Por otro lado, se liberalizaron los precios de las gasolinas y el diésel, al tiempo que se propiciaron nuevas cadenas logísticas para fortalecer el suministro en territorio nacional. Durante el periodo que estuve al frente de la Comisión, pasamos de una marca de gasolinera a casi 70 marcas diferentes, las cuales están brindando cada vez mejores productos y servicios a la ciudadanía.
Durante mi gestión siempre se tuvo el objetivo final de garantizar el bienestar de la población. Al contar con una diversificación en las fuentes y las cadenas de suministro de los energéticos, se han abierto opciones a la ciudadanía que antes no estaban a su alcance. En este sentido, y ante la llegada de nuevos actores e inversiones importantes al sector, la Comisión siempre ha actuado con imparcialidad y en apego al interés nacional, no en línea con intereses particulares. Prueba de ello son las más de 3,600 demandas de amparo recibidas durante mi gestión, interpuestas por empresas permisionarias, tanto públicas como privadas. Si bien nuestras contrapartes han ejercido su legítimo derecho a disentir del árbitro, prácticamente la totalidad de las sentencias judiciales han confirmado la solidez de los criterios y la legalidad de las resoluciones de la Comisión, lo que a su vez ha propiciado mayor certeza jurídica en el sector.
Una vez encauzada la refundación de la CRE, ha llegado la hora de dar vuelta a la página e iniciar una nueva etapa profesional. Dejo el cargo de Comisionado Presidente, pero no mi compromiso con México, al que he servido con honestidad y transparencia a lo largo de 25 años de trabajo ininterrumpido. Hacia adelante, seguiré aportando al desarrollo del sector energético, ahora desde una plataforma de investigación y docencia. Considero que desde esta trinchera podré abonar más al debate del futuro de la energía en México. Quiero subrayar que mi decisión es personal y no se debe a factores externos, pues considero que mi contribución a la Comisión está completa y es hora de abrir paso a un nuevo capítulo en su historia.
Aprovecho este espacio para agradecer públicamente a mi esposa y a mis dos hijas, quienes son mi más grande motivación en la vida. Gracias a su generosidad y confianza, es que he cumplido las metas que me he propuesto. Además, su acompañamiento solidario ha sido clave para sobrellevar los momentos más difíciles. No me alcanzan las palabras para agradecerles y expresarles mi amor incondicional, hoy y siempre.
También agradezco al Senado por haber depositado su confianza en mí al momento de mi designación y a lo largo de mi administración. Al Presidente de la República le deseo todo el éxito en su mandato para que a México le vaya muy bien en los próximos años. De igual manera le deseo la mejor de las suertes a mis colegas Comisionados, quienes tendrán la oportunidad de instrumentar una nueva visión regulatoria que, si bien es distinta a la promovida durante mi gestión, espero rinda buenas cuentas a la sociedad. En las últimas semanas hemos establecido condiciones para que el Órgano de Gobierno reanude sesiones y se garantice el funcionamiento adecuado de la Comisión.
La CRE se ha consolidado como un órgano regulador técnico y autónomo del más alto nivel, indispensable para el desarrollo del sector energético en México. En poco más de tres años, impulsamos una agenda de vanguardia que seguirá rindiendo frutos por generaciones. Haber aportado a ese legado es el orgullo más grande de mi trayectoria profesional, y haber compartido estos años con los cientos de hombres y mujeres que laboran en la Comisión ha sido una experiencia de vida inigualable. A todos ustedes, muchas gracias por haber imaginado y construido una institución que el México del mañana necesita.
Guillermo I. García Alcocer
Comisionado Presidente