El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada que se había terminado de revisar el funcionamiento del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, el cual estaría encargado de subastar los bienes incautados en casos de delincuencia y corrupción.

Sin embargo, la administración no ha aclarado si se sustituirá al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) o si ambos operaran de forma paralela, además de que se está desperdiciando una oportunidad de establecer garantías para su correcto funcionamiento, opinaron expertos.

Aquí lo interesante es qué se va a hacer con estas estructuras. Por un lado hablamos de austeridad y de recortar sueldos y funcionarios y por el otro estamos hablando de la creación de un instituto. Entonces, si (se establece) un instituto nuevo sin eliminar el SAE se está contradiciendo el discurso. Por otro lado, si es sólo un cambio de nombre pudieran no necesitarse mayores recursos

Sunny Villa, Directora de Gasto Público del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria

Este martes, AMLO anunció en conferencia matutina que el director del SAE “ya no será solo el director, sino el director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado”. Además de que se llevarán a cabo tres subastas para vender vehículos de lujo, residencias y joyas. 

Sunny Villa explicó también que debería realizarse un análisis profundo de las acciones que ha realizado el SAE hasta la fecha, con el objetivo de cambiar la ley que lo regula, sobre todo si el nuevo instituto tendrá las mismas responsabilidades. Además, expresó que la adición es innecesaria, pues México ya cuenta con un instituto que tiene experiencia probada en estas actividades y que funciona, por lo que crear un instituto paralelo podría generar ineficiencia a corto plazo.

Ricardo Acevedo, investigador de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, también resaltó que el SAE ya tiene las facultades de las que el presidente ha hablado. Tan es así que las subastas que se han realizado durante esta administración han sido operadas por este organismo. Incluso, el SAE operará una nueva subasta de vehículos de lujo el próximo domingo 26 de mayo.

(Después de sus subastas), el SAE le da ese dinero a la tesorería de la Federación, que depende de Hacienda. Entra como un ingreso adicional de la Federación que no está muy bien definido en qué se debe gastar, porque este dinero no está presupuestado ni previsto en la ley de ingresos.

Ricardo Acevedo, investigador de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad

AMLO ha asegurado que, como en el caso de la bolsa de austeridad, los recursos se destinarán a quien más los necesita.

Al respecto, el presidente dio a conocer esta mañana que lo recaudado de la primera subasta, de vehículos de lujo, se va a entregar a dos municipios de Oaxaca. En un mes se subastarán residencias, cuyo monto irá para la rehabilitación de jóvenes que consumen drogas. La tercera, que subastará joyas, recaudará el dinero para distribuirlo en municipios de la montaña de Guerrero.

“Todo lo que se decomise se va a entregar a las comunidades pobres”, dijo esta mañana.

En otra conferencia matutina estimó que el monto de lo incautado este año ascenderá a 1,200 millones de pesos. En 2012 las ventas del SAE fueron de sólo 78 mdp, mientras que en 2018 ascendieron a mil 493 mdp. En 2015, solamente por concepto de activos financieros y empresas, el SAE vendió 6,866 mdp.