Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la capital, informó este viernes que CDMX se mantendrá en semáforo rojo por lo menos hasta 17 de enero de 2021.

La mandataria afirmó que durante la semana pasada las muertes asociadas a COVID-19 incrementaron, al igual que las hospitalizaciones.

Aunque se dio como fecha el 17 de enero para un posible cambio en el semáforo epidemiológico, Sheinbaum explicó que por lo menos cuatro de los 10 indicadores tiene que mostrar mejorías.

Fotografía: especial

En los hospitales de Ciudad de México, 89% de las camas generales y 84% de las camas con ventilador están ocupadas, mientras que, en el Estado de México, la saturación llega a 82% de las camas generales y a 79% de las camas con ventilador, de acuerdo con datos oficiales.

Trabajadores de la salud aseguran que esas cifras son engañosas y la cruda realidad es que encontrar una cama disponible para quienes la necesitan desesperadamente se ha vuelto una hazaña que a menudo parece imposible.

“Está totalmente saturado el sistema. No hay lugar en los hospitales públicos ni privados disponibles”, afirmó el paramédico Daniel Reyes, vestido de pies a cabeza con equipo de protección, incluyendo gafas y una gruesa máscara facial.

Las medidas de restricción también aplican para el Estado de México que gobierna Alfredo del Mazo.

 

Negocios que están en riesgo de desaparecer

De los pequeños hasta los más grandes restauranteros en Ciudad de México podrán no pagar el impuesto sobre el pago de nómina durante enero, tal como se informó desde diciembre que la ciudad se mantiene en estado máximo de alerta.

“Sabemos que se está viviendo una situación difícil, no somos insensibles ante ello, pero tenemos que cuidar la saturación hospitalaria”, dijo Claudia Sheinbaum.

De mantenerse más tiempo cerrados los negocios catalogados como no esenciales en la Zona Metropolitana del Valle de México, estarían en peligro de cerrar de forma permanente cerca de 50,000, según estimaciones del Consejo Nacional para el Desarrollo del Pequeño Comercio.

Con adeudos en rentas atrasadas, pago de servicios, rotación constante en sus trabajadores y sus ventas casi en ceros, la situación es insostenible por más tiempo para los comerciantes.

“De marzo a noviembre cerraron poco más de un millón de pequeñas empresas a nivel nacional, según el Inegi. Tenemos estimaciones que cerca de 50,000 negocios están en riesgo de no volver a operar y menos si el semáforo rojo se prolonga”, dijo Gerardo López, dirigente del consejo en videoconferencia.

Desde el 18 de diciembre, la capital del país y el Estado de México están en rojo dentro del semáforo epidemiológico, lo que implica que todo negocio no esencial debe permanecer cerrado.