Con la constante y apresurada evolución del entorno en el que la sociedad se desenvuelve, encontrar los medios para cubrir las necesidades que con ella van surgiendo es fundamental para su sano desarrollo. Por ello, los responsables de la educación se han hecho a la tarea de transformar sus modelos con el propósito de acoplarse a los requerimientos de la época actual.
Si bien, dicha transformación es un fenómeno que se ha dado de manera natural con el paso de los años, la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19 aceleró la búsqueda de nuevas medidas que posibiliten la construcción de una formación más flexible, aplicable, así como moldeable.
En esta medida, el sector de la enseñanza ha volcado sus esfuerzos en crear programas orientados a brindar mayor libertad a sus estudiantes, es decir, que las personas interesadas en estudiar una licenciatura o completar sus estudios puedan hacerlo con el tiempo a su favor, mientras adquieren las mejores herramientas para impulsar su crecimiento dependiendo de sus proyecciones a futuro.
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La importancia de saber avanzar
Lo anterior dio como resultado la creación de las nuevas Licenciaturas Ejecutivas de la Escuela Bancaria y Comercial, las cuales fueron especialmente pensadas para aquellos profesionales que ya cuentan con determinada trayectoria, pero que necesitan fortalecer sus conocimientos para seguir escalando tanto en el ámbito el laboral a través de las llamadas hard y soft skills.
Asimismo, y como respuesta a los nuevos desafíos del presente, que van desde la forma de llevar la organización de un negocio hasta la implementación de recursos tecnológicos en beneficio de las empresas, estas licenciaturas se diseñaron para dotar de una visión integral a todo aquel que tenga la intención de seguirse superando y descubriendo.
En palabras de María T. Almeraya, Jefa de Diseño Curricular de la Escuela Bancaria y Comercial, tales programas fueron concebidos para “que ellos puedan ser capaces de gestionar, pero también de innovar, de resolver problemas entorno a la oferta de bienes y servicios; que puedan tener elementos para analizar y proponer mejoras en los procesos operativos”.
Bajo estos objetivos, la mencionada Institución ha puesto total atención en identificar cuáles son los pilares que rigen al medio empresarial hoy en día. Por ello, ha forjado alianzas sólidas con el sector productivo que le ayude a reconocer, a través del diálogo permanente y escucha activa, de qué manera puede optimizar el contenido que se oferta, como lo manifestó Teresa Quintana, Directora Académica de la Escuela Bancaria y Comercial: “Tenemos que ver qué conocimientos están emergiendo, qué tradiciones tienen que ir cambiando, qué actitudes tenemos que formar en nuestros estudiantes para hacer que cuando se incorporen al mercado laboral o cuando decidan crecer o innovar su propia empresa, lo hagan con la certeza de que va a resultar en un beneficio personal, profesional y, por supuesto, económico”.
Un paso sin precedentes
Sin duda, las licenciaturas ejecutivas se han vuelto un referente para impulsar el talento en un panorama donde la competitividad es eje central para el desempeño de cualquier actividad. De ahí que la EBC haya contemplado el abanico de factores que motivan a una persona a concluir su formación académica, o bien a optar por una que agregue valor a su currículum.
En consecuencia, creó la Licenciatura en Negocios, una propuesta novedosa ideada para adaptarse a cualquier ritmo de vida, complementar la experiencia ya adquirida y, como lo mencionó Teresa Quintana: “para satisfacer esas inquietudes de aquellos que la empleabilidad no es la opción y que quieren aportar al país desde su propia trinchera”. Esto se traduce en un producto interdisciplinario, donde el sujeto será el encargado de seleccionar qué materias cursará según convenga a sus intereses y metas, y en el que podrá definir qué ruta desea tomar para obtener su título en menos de tres años.
Como ventaja adicional, se suma la oportunidad de conseguir hasta cinco certificados con los que las organizaciones podrán comprobar la capacidad de los colaboradores o futuros colaboradores, incluso antes de haber finalizado la licenciatura misma.
“En el corto plazo ellos van a poder tener, con cierto grupo de materias, una credencial, un certificado interno que los está respaldando o que está avalando que ya cuenta con ciertos saberes y otras competencias, tanto técnico-profesionales como permanentes, que ellos necesitan para continuar su desarrollo”, añadió a la conversación María T. Almeraya.
Finalmente, este programa fue estructurado a partir del conocimiento sustantivo para aportar los instrumentos principales que den paso a que el estudiante fije el rumbo de su camino enfocado a brindar siempre resultados que trasciendan, que sean verdaderos diferenciadores en el mundo de los negocios.
De este modo, la Escuela Bancaria y Comercial mantiene su compromiso por seguir inspirando, mediante una formación especializada, a una sociedad deseosa por participar en los cambios que la comunidad requiere.
Si quieres conocer más acerca de la EBC y su oferta educativa, entra a ebc.mx.