Los autos eléctricos ‘toparon con pared’. Aunque cada vez se venden más unidades, las empresas no siempre tienen buena salud financiera. Tesla, en su informe del primer trimestre del año, mostró la mayor caída de ingresos en los últimos diez años, con un total de 9% de retroceso.

Aunque la compañía de Elon Musk mantuvo a flote sus acciones con promesas de mayores ventas –y autos más baratos–, no pudo ocultar las cifras negativas en los reportes. Otras empresas también ‘apostaron’ demasiado por este tipo de vehículos y, finalmente, sufrieron las consecuencias.

Hertz, la firma de arrendamiento de autos, se hizo con una flota de decenas de miles de Teslas. Después de una bajada abrupta de los precios de la marca, los autos eléctricos mermaron en valor y se tradujo en una pérdida millonaria que terminó costando el puesto del CEO de la organización.

México también tiene apuestas eléctricas

Algunas compañías mexicanas de autopartes también han apostado por la electromovilidad. Entre ellas se encuentra Nemak, una escisión de Grupo Industrial Alfa que fabrica módulos de alojamiento de baterías de litio, entre otras piezas para exportar y armar autos eléctricos.

En 2022, la compañía invirtió 1,100 millones de dólares en la creación de infraestructura para elaborar autopartes eléctricas. Dos años más tarde, chocó con la realidad de que todavía no hay una demanda tan amplia como para justificar multimillonarias inversiones en satisfacer dicha cadena de suministro.

La electroinversión de Nemak le costó una disminución de calificación crediticia por parte de Moody’s. Debido al alto endeudamiento y retroceso en el sector eléctrico, puso sus bonos en calidad ‘especulativa’.

Los chinos también sufren con los autos eléctricos

Nio, una de los principales desarrolladores chinos de tecnología eléctrica, perdió 35,000 dólares por cada vehículo vendido durante la primera mitad del año pasado. Esto se debió, principalmente, a las mayúsculas inversiones que realizó en las plantas de producción, que le han impedido alcanzar puntos de rentabilidad.

Hasta 2023, 400 empresas de energías sustentables habían quebrado en China, contando ensambladoras de autos eléctricos. En otras proporciones, nueve de cada 10 organizaciones que emprenden en el sector, terminan en la bancarrota debido a falta de capital para crecimiento y una competencia feroz, entre otras razones.

Posiblemente con esto en mente, Apple canceló el proyecto de desarrollo de su propio vehículo autónomo y verde, llamado Proyecto Titán. El gigante californiano prefirió enfocarse en los iPhones y iWatches antes de emprender en el sector de los autos eléctricos.

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