“Una mujer, para que se la reconozca, tiene que hacer veinte veces más que un hombre, tiene que ser una fuera de serie”

Gloria Fuertes

 

No es fácil llegar a ser el número uno en Wall Street, pero Cathie Wood y su administradora de fondos de inversión, Ark Invest (ARK), han logrado mantenerse como las grandes ganadoras de la bolsa de valores a nivel mundial desde al menos 2018.

Gracias a una estrategia enfocada en empresas de innovación y tecnología, como el fabricante de autos eléctricos Tesla o la menos conocida compañía de investigación genética Pacific Biosciences, llegaron a generar un impresionante 583% de rendimiento en su mejor momento. 

Contrario a lo que proyecta el cine y las series de televisión sobre una mujer exitosa, Cathie no es especialmente joven, liberal o atractiva. Por el contrario, es una señora de 66 años que de tan religiosa y conservadora raya a veces en lo fundamentalista.

 

De hecho, su empresa se llama Ark por el Arca de Noé, y la misma Wood ha aceptado en múltiples ocasiones que la idea de iniciar un fondo de inversión le fue transmitida una mañana, cuando estaba totalmente sola en casa, por algo que “podría calificar como El Espíritu Santo”.

No es pues, alguien marcadamente estrafalaria o escandalosa, e incluso se ha alineado con algunas de las políticas informales más reprobables de Wall Street, como la de donar dinero a la campaña presidencial de Donald Trump; pero aún así pareciera que sus colegas de todos los rangos y edades simplemente la odian.

ARK logra retornos anuales promedio de más de 97%

Se la pasan criticándola en público y en privado porque en los últimos seis meses sus acciones acumulan fuertes caídas y no les importa que en los seis años anteriores, ARK haya ofrecido retornos anuales promedio de más de 97%.

El dato es especialmente relevante si se toma en cuenta que la ganancia promedio de todos los demás fondos, dirigidos casi en tu totalidad por puros hombres, apenas alcanzó un risible 1% durante el mismo periodo.

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Cathie hizo 97 veces más que ellos cada año y aún así tienen la cara dura de reclamarle que sus modelos de análisis financiero no son adecuados y que solo es “una estafadora con suerte”, cuyo fondo va a terminar tronando y arrastrando a todos sus inversionistas junto con ella.

Incluso listaron un instrumento inverso llamado ARK Short (ARKS), que tiene el dudoso honor de ser el primer ETF de la historia diseñado para tomar las posiciones contrarias a las que recomienda un administrador de fondos en específico, de tal manera que sus ganancias sean exactamente iguales a las pérdidas del portafolio de Wood.

Festejan caída de Wood

Tanto en Wall Street como en su primo pobre, el sistema financiero mexicano, existen muchos operadores corruptos, incompetentes y fraudulentos, pero pocas veces se les señala y con ninguno se ensañan como lo hacen con ella. 

Y ahora que va perdiendo 52%, todo el mundo festeja que le vaya mal, y anticipa su caída final con cada nueva compra de acciones anunciada por ARK.

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Lo peor de todo es que, al menos desde una perspectiva puramente técnica, existe la posibilidad de que Cathie tenga razón. 

Históricamente, las burbujas financieras presentan subidas y bajadas a lo largo de su proceso de crecimiento, pero la mayor alza se da justamente antes de reventar, y este último incremento suele ser mucho más fuerte y acelerado que los anteriores. 

Un crecimiento de la bolsa como no se ha visto nunca antes, en el que el precio de las acciones de ARK va a volar hasta las nubes y donde el Bitcoin no va a valer 60,000, ni 100,000, sino 1 millón de dólares cada uno, como la propia Wood ha profetizado. 

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Y después, el colapso. 

El Arca de la Tía Cathie

Una crisis financiera peor que la de 1929 y de la que solo se salvarán aquellos que escucharon a tiempo el llamado para subirse al Arca de la Tía Cathie.

Pero aún cuando el diluvio nunca llegue y Ark Invest termine naufragando, ella ya habita en el Olimpo de los grandes inversionistas de la historia, junto a Warren Buffet, Jesse Livermore o Nicholas Darvas. 

Un club de Toby en el que no se permite la entrada a mujeres, y donde la única otra participante es Hetty Green, mejor conocida por el poco favorable apodo de “La Bruja de Wall Street”.

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Porque a Cathie Wood no la odian porque obtenga mejores rendimientos, ni por desafiar la supuesta secrecía del oficio al publicar gratuitamente en internet todos sus análisis y posiciones, y ni siquiera por poner en claro riesgo de quiebra a sus propios inversionistas.  

A Cathie Wood la odian simplemente porque es mujer. 

Hoy que no es 8 de marzo, no está de más recordarlo.

*Amin Vera es director de análisis económico en Black WallStreet Capital. Esta columna no representa necesariamente la opinión del EL CEO.