Desde septiembre del año pasado, Forbes IP, que es el brazo encargado de las licencias de la prestigiada revista de negocios que preside Mike Federle, informó puntualmente a Media Business Generators (MBG), que lidera el argentino Mariano Menéndez, los motivos por los cuales negaba la renovación de las licencias para México, Belice, Perú, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Chile, Colombia y Forbes en español, que incluían anomalías contables y prácticas comerciales cuya responsable era Elisabetta Lampedechia, contrarias a los principios de la publicación estadounidense que cuenta con 45 ediciones internacionales.
Además, no pasó desapercibido el ruido mediático que ocasionó el pleito entre accionistas, que provocó la salida ilegal de Marco Landucci quien fue quien realmente trajo Forbes a México hace una década, y hasta donde se sabe accedió a vender su participación accionaria a Mariano Menéndez, la misma que todavía no se liquida.
MBG intentó con un nuevo plan de negocios, un aumento de las regalías, transparentar los ingresos provenientes de la explotación de la marca Forbes e instrumentar políticas para decisiones editoriales más autónomas, convencer a Forbes para que mantuviera la relación, pero la decisión ya estaba tomada e incluso Forbes anticipó diversos escenarios legales para terminar su relación con Menéndez, los mismos que comenzarán a ser más visibles en los siguientes días para desestimar los subjetivos argumentos con los que MBG trata de mantener ilegalmente las licencias y amagar a los verdaderos dueños de la marca.
Al interior de la empresa, donde se reportan más de 30 despidos en las últimas dos semanas, reina la incertidumbre ya que la confrontación legal encendió las alertas de varios clientes que por políticas internas están impedidos a invertir en medios en litigios legales descartando cualquier relación comercial a pesar de la insistencia del equipo de BMG de que todo opera, y seguirá operando, con normalidad. Incluso trascendió que desde el Consejo de la Comunicación se habría alertado a diversas marcas sobre dicha situación.
Otro punto álgido es que también los acreedores de BMG, que incluyen desde colaboradores, agencias de noticias, de fotos, imprenta y diversos servicios, busquen a la administración para tratar de buscar alternativas para resolver el tema de los millonarios pagos atrasados.
Puras pedradas
La reciente investigación dada a conocer por Latinus, centrada en una presunta red de tráfico de influencias y corrupción relacionada con el Tren Maya, generó varios efectos tanto en el ámbito político como empresarial.
En el núcleo de estas revelaciones se encuentran Gonzalo López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y el flamante empresario tabasqueño Amílcar Olán, quien es el principal proveedor de balasto para dicha obra. Según los audios divulgados, Olán habría conseguido la lucrativa adjudicación gracias a su vínculo con el hijo del presidente.
En esas grabaciones también se implica a José Miguel Bejos, presidente de Mota-Engil México, quien es señalado de intentar revender balasto a otras constructoras que participan en el Tren Maya, como Grupo Carso lo que ha generado molestia entre el empresario por la falta de ética y legalidad de las acciones de la firma de capital portugués y, por cierto, Jose Miguel Bejos es uno de los constructores más favorecidos en administraciones tanto federales como estatales de la 4T.
Muy acreditados
Esta semana la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) a cargo de Raúl Tornel y Cruz, celebra a lo grande sus primeros 25 años de vida. Esta institución, especializada en la evaluación y acreditación de laboratorios, organismos y unidades, desempeña un papel crucial para asegurar que productos, sistemas y servicios cumplan con los requisitos establecidos en Normas Oficiales Mexicanas, Normas Mexicanas, así como estándares y normas internacionales en materia de seguridad, salud y cuidado ambiental.
A lo largo de su trayectoria, la EMA ha otorgado más de 7 mil 800 acreditaciones en diversos sectores clave, como el ambiental, el agroalimentario, la construcción y la salud. Este desempeño la ha llevado incursionar en 15 países, entre ellos China, Ecuador, Guatemala, Corea del Sur, Estados Unidos y Alemania. Además, sus acreditaciones cuentan con el aval de más de 100 países, consolidando así su prestigio a nivel internacional.