“Defenderé el peso como un perro”
-José López Portillo
Uno de los mitos financieros más extendidos en México es la creencia de que comprar dólares siempre es un buen negocio y que solo es cuestión de esperar lo suficiente para poder obtener ganancias a partir de un ahorro en dicha moneda.
Desgraciadamente la lógica del mercado no siempre es tan lineal y mi primera inversión en bolsa, que fue precisamente un trade cambiario, terminó en pérdida.
Mi mayor tropiezo bursátil hasta el momento estuvo también ligado al tipo de cambio, pues compré una cantidad desproporcionada del portafolio bajo mi cargo en 23 pesos por dólar pensando que se iba a ir hasta 25, pero a la hora de la verdad no paró de caer hasta 20 pesos y ahí se estancó por más de un año.
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Como a muchos otros mexicanos, la cercanía con Estados Unidos y la disparidad entre ambos países me había condicionado a creer que “el dólar nunca baja” y que el tipo de cambio es una especie de medida de la dignidad nacional.
La lógica detrás de esta idea tan arraigada es que si el peso está “fortachón” es necesariamente porque al país le está yendo bien, y por el contrario, una devaluación es la medida del fracaso de un gobierno en términos macroeconómicos.
Portafolio diversificado, la mejor opción
Y como en este país las meteduras de pata se acumulan para terminar explotando puntualmente cada seis años, comprar dólares se convirtió en una especie de seguro contra ese mal, típico de América Latina que es la crisis al final de cada administración.
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De ahí que un portafolio correctamente diversificado debe incluir siempre una posición dolarizada, independientemente de que el tipo de cambio esté en 19.6 pesos, en 19.4, en 19.2 o en 25 pesos por dólar.
Porque para el inversionista profesional el valor del dólar frente al peso funciona como una cobertura asociada al desempeño del resto de la cartera, y muy pocas veces como una oportunidad de negocio en sí mismo.
En términos más directos, ningún administrador medianamente responsable va a intentar comprar dólares hoy a 19.6 pesos para venderlos la próxima semana en 19.82 pesos, y menos como parte de una estrategia enfocada a clientes de bajo riesgo.
¿El dólar está barato?
Pocas operaciones en el mercado de valores son tan peligrosas y complejas como tratar de arañarle unos pocos centavos a la cotización de un par de divisas, pero aún así existe toda una generación de “expertos” que, a través de redes sociales, aseguran haber descubierto un método infalible para obtener enormes ganancias “mediante la negociación en FOREX”.
Una cara menos fraudulenta de este fenómeno es la del ahorrador que recién escuchó que “el dólar está barato”, y piensa en visitar una casa de cambio para comprar algunos, con la esperanza de poder volver a cambiar ese efectivo más adelante con una ganancia.
El problema con este mecanismo es que los spreads de los bancos y las casas de cambio suelen ser muy amplios, lo que disminuye significativamente el rendimiento potencial de la operación.
Por ejemplo, si alguien decide comprar dólares cuando ve un tipo de cambio de 19.7 pesos en las noticias, Banamex se lo va a terminar vendiendo en la realidad a 20.15 pesos en la ventanilla del banco. Si por el contrario, quisiera vender dólares que ya tenía, el banco se los recibiría a tan solo 19.1 pesos.
En este ejemplo, el aspirante a inversionista tendría que esperar a que el tipo de cambio que se anuncia en los medios de comunicación llegará casi a 21 pesos simplemente para no perderle a los dólares que compró cuando la variable estaba (supuestamente) en 19.7.
Tipo de cambio en 25 pesos el dólar ¿para cuándo?
Al final, la más reciente encuesta entre expertos en economía publicada por Banco de México señala que el tipo de cambio podría alcanzar los 21 pesos hacia finales de año y 21.5 pesos al cierre de 2023.
Lo anterior implica que por mucho que se fortalezca el control del narco en amplias zonas del país, o por inmanejable que se vuelva la deuda de Pemex, el dólar no debería rebasar los 25 pesos en los próximos años.
No cometa entonces el mismo error que un servidor y mejor únase a la fiesta del super-peso fortachón. Esa que nos recuerda lo bien que anda el país en todos los demás aspectos, y cuyo momento estelar llegará, muy probablemente, en la segunda mitad de 2024.