Empresarios de Asia cuentan que no es coincidencia que China muestre un renovado interés en aumentar sus inversiones en México con la cercanía del cambio de gobierno federal. Este interés se ve particularmente influenciado por la figura de Claudia Sheinbaum Pardo, quien, dada su experiencia previa en la Ciudad de México, parece ser la candidata preferida.
La razón es que durante su administración como jefa de Gobierno, empresas chinas, destacando Yutong Bus, obtuvieron importantes contratos para la renovación del sistema de transporte público, incluyendo los autobuses RTP.
Esta experiencia previa podría ser vista como un ensayo general de lo que China espera replicar a nivel nacional, en caso de que Sheinbaum resulte electa.
Sin embargo, este acercamiento estratégico con China no solo es significativo por las oportunidades económicas que representa, sino también por las complicaciones geopolíticas que podría suscitar, especialmente bajo un hipotético retorno de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
Trump ha sido un crítico abierto de la dependencia económica de América del Norte respecto a Asia, abogando por una reducción de las importaciones desde esa región. Su posible reelección podría presionar significativamente a México para alinearse más estrechamente con las políticas comerciales estadounidenses, lo cual pondría en riesgo la intensificación de la relación México-China.
A este punto se suma las recientes presiones de Joe Biden para triplicar los aranceles al acero de China.
El escenario se ve exacerbado por los señalamientos de la calificadora Moody’s sobre el riesgo de que México pueda facilitar una triangulación en las importaciones de productos chinos destinados a burlar los controles comerciales estadounidenses.
La posición de Sheinbaum, y por ende de México, sería entonces particularmente delicada, encontrándose en la necesidad de balancear una alianza económica favorable con China y la presión política y económica de Estados Unidos.
¿Riesgo de que suceda lo mismo con Enrique Peña Nieto?
La perspectiva de una alianza económica reforzada entre México y China se presenta como una oportunidad rica, pero también cargada de significativos desafíos y riesgos para quien llegue a la presidencia.
Esto porque sigue latente el recuerdo del proyecto del Tren Bala México-Querétaro durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Bajo el mandato de Peña Nieto, México buscó profundizar los lazos económicos con China, se querían construir grandes proyectos de infraestructura; sin embargo, esta iniciativa pronto se vio envuelta en controversias y escándalos de corrupción (la Casa Blanca) que frenaron el progreso y también mancharon la reputación de la administración.
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