Mi teoría apunta a que el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 del presidente Andrés Manuel LÓPEZ Obrador fue desarrollado al amparo del principio de “prometer no empobrece…”, sin embargo el presidente fue omiso en incluir en su análisis la segunda parte del referido principio, “cumplir es lo que aniquila” y, como dijo el poeta… “ahí está el detalle”.
El presidente López Obrador tomó la decisión de fundamentar su presidencia en promesas y, por simple lógica, en la propaganda política para ganar el apoyo de los ciudadanos pero se topó con un problema, sus promesas fueron hechas respecto de cuestiones que son medibles o auditables (algo muy similar a la materialidad de los impuestos) como la “venta” del avión presidencial, la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, la construcción de la refinería Dos Bocas y la del Tren Maya (que está muy cerca de generar un daño ecológico irreversible) en vez de vincularlas a promesas cuyo éxito no pueda ser analizado con las métricas usuales, por ejemplo pudo prometer que México sería el país más feliz y jacarandoso del mundo ¿quien podría decir lo contrario? sobre todo por lo que hace a la segunda parte.
Si bien la promesa de “vender” del avión presidencial TP-01 fue un error a cargo del entonces candidato presidencial, esto pudo ser subsanado al llegar López Obrador a la presidencia echándole la culpa a otros diciendo algo así como que no le habían informado que el avión, símbolo de los excesos del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, era imposible de vender por cuestiones legales, que le les había revirado diciéndoles que no le fueran con ese cuento de que la ley es la ley pero que ya ni modo.
El presidente López Obrador tomó la decisión de mantener su discurso político y repetir una y otra vez que se vendería el avión cuando la realidad es que esto era materialmente imposible porque el avión se encuentra (o se encontraba) sujeto a un contrato de arrendamiento financiero y al cual le quedaban varios años de vigencia. El presidente pudo aceptar que esa promesa de campaña sería tan costosa como el avión mismo ya que nadie puede vender aquello que no le pertenece. El Presidente se vió obligado a tomar decisiones que le pudieron generar no pocas consecuencias, como el organizar una rifa por medio de la Lotería Nacional, violando con ello diversas leyes, contratar a la nada transparente Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas o incluso a ponerse en la mira de autoridades extranjeras por haber solicitado a varios directivos de empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York que compraran boletos para la rifa sin considerar la posibilidad de que alguna de ellas se encontrase sujeta al cumplimiento de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de los Estados Unidos.
El presidente optó por la ruta de la Politische Propaganda y salió bastante bien librado.
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¿Qué hizo la diferencia?
- Se envió un mensaje corto y claro que fue fácil de entender y recordar: el avión es un exceso y se va a vender.
- Se identificó al enemigo: el expresidente Calderón.
- Se usaron símbolos: el presidente nunca utilizaría el avión presidencial
- Se utilizaron testimonios: propagandistas del régimen utilizaron sus redes sociales para reforzar el mensaje de honestidad y austeridad del presidente.
- Se lanzaron campañas de propaganda negativa: se señaló que los adversarios del Presidente conspiraban para que no se lograra la venta del avión.
Sea como sea, el Presidente por fin logrará deshacerse del avión sin abandonar el discurso de la venta que no es venta y debe estar feliz; sin embargo aunque Jorge Mendoza, Director General de BANOBRAS, avaló los dichos del Presidente sus declaraciones dejaron varias interrogantes que podrían llegar a generar otros problemas justo al cierre de esta presidencia:
1. Mendoza señaló que la República de Tayikistán había comprado el avión, que la totalidad de los recursos ya se encuentran en la cuenta del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.
2. Mendoza señaló que “esta venta va a generar además de los recursos que recibimos van a generar ahorros, primero se van a realizar un ahorro de 332 millones de pesos de intereses que le tenía que pagar el Gobierno Federal a BANOBRAS con este monto ya se liquida el arrendamiento”
¿El dinero no tenía que haber sido transferido a la cuenta de BANOBRAS y de ahí a la Tesorería de la Federación? Esto podría ser un hecho constitutivo de delito.
Obviamente no podemos acceder a la información de esta operación porque justamente el Presidente logró inutilizar, por lo menos temporalmente, al INAI.
¿Si el avión presidencial se encontraba sujeto a un contrato de arrendamiento la República de Tayikistán aprovechó una ganga y pagó tan solo 1,700 MDP por un avión que nos costó 6,000 MDP y, con ese dinero, se liquidó el contrato y probablemente se sustituyó al beneficiario final?
Esto me parece que ronda, peligrosamente, con una posible responsabilidad patrimonial del Estado.
¿La República de Tayikistán, como posible beneficiario final de la operación fue investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera y por el Centro Nacional de Inteligencia?
La operación, al amparo de cualquier modelo de gestión de riesgos, debería ser considerada como de alto riesgo por varias razones: aunque Tayikistán no figura en ningún programa de sanciones por parte de los Estados Unidos, para la CIA su territorio es una ruta importante para el tráfico de drogas en Asia Central.
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¿Si no contamos con una embajada en Tayikistán cómo fue que se generó el contacto?
Tayikistán ocupa el lugar 150 de 180 en el índice de percepción de la corrupción para 2022 elaborado por Transparencia Internacional, tiene un PIB de apenas 10 mil 500 millones de dólares y su presidente a ganado todas las elecciones desde su independencia de manera abrumadora.
¿Esto no disparó las alertas más elementales en materia antilavado y anticorrupción?
El presidente López Obrador le exige a los Estados Unidos que, como país rico, aporte dinero para fortalecer las economías de Latinoamérica y así ayudar con el fenómeno de la migración, pero no tiene problema en “venderle” a un país pobre, corrupto y con tráfico de drogas un avión que él, estando (todavía) en una economía 100 veces más grande, consideró un lujo excesivo.
En fin, la hipotenusa.