Berkshire Hathaway, el conglomerado dirigido por el multimillonario Warren Buffett, desembolsará 4,000 millones de dólares en la compra de activos de transmisión y almacenamiento de gas natural de Dominion Energy.

Con un monto total, incluida la deuda, de 9,700 millones de dólares, representa la adquisición más grande del empresario conocido como el ‘Oráculo de Omaha’ desde 2015.

El acuerdo dado a conocer el domingo incluye más de 7,700 millas (unos 12,000 kilómetros) de líneas de transmisión de gas natural y 900,000 millones de pies cúbicos de almacenamiento de gas.

“Estamos muy orgullosos de agregar una cartera tan grande de activos de gas natural a nuestro ya sólido negocio de energía”, dijo Buffett en un comunicado.

Según los términos de la transacción, Berkshire adquirirá el control total de Dominion Energy Transmission, Questar Pipeline y Carolina Gas Transmission; el 50% de Iroquois Gas Transmission System y el 25% de Cove Point, una instalación de almacenamiento de gas licuado en Maryland.

Durante la reunión anual de Berkshire Hathaway a principios de mayo, Buffett advirtió que no existen grandes oportunidades de inversión en el mercado por la irrupción de la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, el CEO de la firma destacó que la división de energía había sido una de las menos afectadas por el coronavirus. En total, Berkshire tenía 137,000 millones de dólares en caja, por lo que la compra de Dominion supone apenas 7% de esta cifra.

Para Dominion, el movimiento es parte de su transición hacia las energías limpias. Una vez que se complete la compra, la compañía espera que el 90% de sus ganancias operativas provengan de sus divisiones de servicios públicos que proveen energía a 7 millones de personas.

Dominion también dio a conocer que decidió abandonar el proyecto del oleoducto de la costa del Atlántico (ACP) de 8,000 millones de dólares junto con Duke Energy, debido a retrasos en el proceso y una duplicación de los costos.

A pesar de un fallo favorable del Tribunal Supremo de Estados Unidos en junio, las dos compañías dijeron que no era suficiente para justificar la viabilidad económica del proyecto dada la mayor incertidumbre jurídica y los retrasos anticipados.

Según Dominion y Duke, el coste del proyecto aumentó de una estimación original de entre 4,500 a 5,000 millones de dólares hasta los 8,000 millones.

Con información de Reuters