La venta de autos en México alcanzó un millón 86,058 unidades en 2022, lo que supone una segunda alza anual consecutiva tras la pandemia y un crecimiento de 7%, ligeramente por encima del año previo, cuando registró un alza de 6.8%.
Las cifras reportadas por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) revelan que la comercialización de vehículos de enero a diciembre de 2022 está por encima de la proyección de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), quien para el año recién terminado estimó ventas por un millón 50,000 unidades.
Pese al incremento anual, la cifra aún se encuentra 17.6% por debajo de 2019, previo a la pandemia de COVID-19, cuando se movilizaron un millón 317,931 unidades.
A lo largo del año, la venta estuvo condicionada a los inventarios limitados en las agencias derivado de la escasez de chips semiconductores.
Impulso al cierre de 2022
La comercialización de autos aceleró durante el último mes del año, en el que se desplazaron 120,862 vehículos ligeros en el país, lo que significó un repunte de 24.1% respecto a diciembre de 2021.
Además se trató del mes con el mejor desempeño en ventas desde diciembre de 2019, cuando se registraron 130,460 unidades.
Financiamiento apoya ventas
Uno de los elementos que jugaron a favor en 2022 en la industria automotriz a nivel de venta de vehículos fue el financiamiento, el cual ronda un nivel nacional de alrededor del 70%, un factor que si bien es deseable que vaya al alza, para jugadores del sector es relevante hacer cambios antes de pensar de elevar ese porcentaje.
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En ese sentido Eric Ramírez, director regional para América Latina de Urban Science, señaló que aún en el país hace falta ver unos otros cambios de mezcla de productos financieros, como el arrendamiento, un esquema que en su opinión podría verse favorecido por el alza de tasas de interés del Banco de México.
En su opinión, el alza de tasas será el combustible para que empiece a ser más popular el autofinanciamiento en todas las marcas que tienen este mecanismo, que se vuelve atractivo cuando el costo del dinero es alto.
Además, destacó que la industria tiene que estar pendiente de que los bancos sean ‘más agresivos’ respecto a la compra de contratos.
Considero que antes de subir la referencia de financiamiento del 70%, que es bastante sana, deberíamos formalizar cambios de otros productos o canales financieros
aseveró el especialista
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Inflación, elemento clave en 2023
Pese que para finales de 2023 se estima que se registrarán ventas por alrededor de un millón 90,000 unidades, para Guillermo Rosales Zárate, presidente de la AMDA, hay dos factores que de alguna manera limitarían que se alcance esa cifra.
Por un lado, dijo, está el comportamiento de la inflación, vinculado directamente a las tasas de interés, lo que a su vez representa una limitación a la colocación crediticia tanto en vehículos nuevos como usados en el mercado formal.
Y, por otro, está el reto de disminuir el impacto o buscar que el gobierno federal frene la permisividad para la introduccion de vehículos provenientes de Estados Unidos, aseveró el líder de la asociación automotriz.
Además, refirió que en lo correspondiente a la gestión de las redes de distribuidores, la industria automotriz se enfrentará a un periodo de baja producción y, por lo tanto, de la disminución de la oferta a la normalización de la producción en 2023.
Lo anterior supone la normalización de los flujos hacia las redes de distribución, es decir, mantener el equilibrio para no caer en un ‘sobre inventario’, lo cual en un periodo de altas tasas de interés podría representar un riesgo para la salud financiera de los negocios de los distribuidores.
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