La vacuna de AstraZeneca, una de los principales proyectos contra el COVID-19, produjo una respuesta inmune tanto en adultos jóvenes como en personas mayores, lo que mejora las expectativas de hallar una fórmula para terminar con la crisis sanitaria y frenar la destrucción económica ocasionada por la pandemia.

“Es alentador ver que las respuestas de inmunogenicidad fueron similares entre los adultos mayores y los más jóvenes y que la reactogenicidad —la propiedad de una vacuna de ser capaz de producir reacciones adversas comunes— fue menor en los adultos mayores, donde la gravedad de la enfermedad COVID-19 es mayor”, dijo un portavoz de AstraZeneca.

“Los resultados sustentan las pruebas sobre la seguridad y la respuesta inmunitaria del AZD1222”, según el grupo.

La Universidad de Oxford, con la que AstraZeneca colabora en el proyecto, precisó que estos datos provienen de los primeros ensayos clínicos, los llamados de fase 2.

La vacuna se encuentra actualmente en el nivel de ensayos clínicos más amplios (fase 3), es decir la etapa previa a su autorización por parte de las autoridades.

Los ensayos clínicos fueron reanudados en Estados Unidos, el único país donde estaban suspendidos después de que un participante se enfermara hace más de seis semanas, anunció el viernes AstraZeneca.

Los resultados del ensayo de este proyecto de vacuna, uno de los más avanzados del mundo, están previstos para este año. Se espera que los detalles de estos estudios sean divulgados dentro de poco en una revista médica, indicó el diario, sin ofrecer detalles sobre el nombre de la publicación.

Esperanza por vacuna

Una vacuna que sea efectiva podría cambiar el panorama en la batalla contra el coronavirus, que ha causado la muerte a más de 1.15 millones de personas en el mundo, ha paralizado vastas áreas de la economía mundial y ha transmutado el estilo de vida de miles de millones de personas.

La noticia de que las personas mayores desarrollaron respuestas inmunes al virus es positiva porque la capacidad de defensa de las personas se debilita con el envejecimiento, exponiendo a la enfermedad a un segmento importante de las poblaciones.

Si resulta efectiva, la vacuna podría permitir al mundo retomar ciertos niveles de normalidad después de un año tumultuoso debido a la pandemia.

El de la Universidad de Oxford y AstraZeneca es uno de los 10 proyectos que están siendo probados en decenas de miles de voluntarios en ensayos de fase 3, junto a proyectos estadounidenses, chinos y uno ruso.

Esta vacuna es una de las más esperadas. El grupo farmacéutico ha vendido previamente cientos de millones de dosis en varios continentes y ha firmado acuerdos con otros laboratorios para que las dosis sean fabricadas a nivel local.

La Fundación de Slim y AstraZeneca se aliaron para producir vacuna contra COVID-19 en LATAM

Los trabajos de los expertos en la Universidad de Oxford por la vacuna comenzaron en enero. Llamada AZD1222 o ChAdOx1 nCoV-19, el vector viral de la fórmula está elaborado a partir de una versión más débil de un virus de la gripe que causa infecciones en chimpancés.

El virus de gripe en chimpacés fue intervenido en los laboratorios para incluir la secuencia genética de la proteína que el coronavirus utiliza para entrar en las células humanas. Se espera que el cuerpo humano sea entonces capaz de atacar el nuevo coronavirus si lo detecta de nuevo.