El empresario Carlos Slim Helú celebra hoy sus 82 años con un sueño sin cumplir: ofrecer el servicio de televisión en México. O al menos, no por ahora.
Recientemente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pospuso la decisión sobre la solicitud de concesión única de Claro TV, lo que lo dejará posiblemente otro año fuera de este mercado en el cual busca entrar desde 2018.
Si bien, el debate se ha centrado en la dominancia del empresario mexicano en los servicios de telecomunicaciones, se ha dejado en último lugar a los consumidores, coincidieron analistas de la industria.
Esta obsesión de la hiperprotección del mercado de la televisión de paga está afectando al consumidor
aseguró Jorge Fernando Negrete Pacheco, presidente de Digital, Policy & Law.
A su parecer, la falta de convergencia en México impide que los operadores alcancen otro nivel de competencia e inhibe que los consumidores tengan más opciones bajo una dinámica de eficiencia e innovación.
En México, cerca del 64% de los usuarios de TV de paga es cliente de las subsidiarias de Televisa que ofrecen TV de paga, principalmente izzi y Sky:
Negrete Pacheco aseguró que la convergencia genera la libertad de expresión, derecho a la información y acceso a la cultura; sin embargo, considera que hay una violación sistemática de derechos humanos y restricción de la competencia.
“Entonces, aquí al ciudadano no se le ha escuchado”, advirtió.
Para que se resuelva la solicitud de concesión única de Claro TV para entrar al negocio de la televisión restringida, el IFT tendrá que emitir un nuevo proyecto que sustente la autorización o negativa de la solicitud.
Cuatro comisionados definirían destino de Slim en TV
El desarrollo de un nuevo proyecto para ser discutido por el Pleno del IFT podría llevar más de un mes, justo la fecha en la terminaría su encargo Adolfo Cuevas Teja, con lo que la plana mayor del regulador estaría integrada por solo cuatro comisionados.
Aunque la falta del nombramiento de nuevas comisionados al Pleno por parte de Andrés Manuel López Obrador genera incertidumbre sobre el regulador, para Negrete Pacheco la decisión puede ser tomada con solo cuatro integrantes.
El IFT puede seguir operando, pero con carencias y falta de institucionalidad, y con un desprecio a sus capacidades para resolver temas de la industria. El Pleno tiene la capacidad de resolver en la toma de decisiones, es lo que resulta deseable
agregó.
TV a Slim, ¿violatoria al T-MEC o no?
Para Gerardo Flores Ramírez, especialista en el sector de telecomunicaciones, el capítulo 18 del T-MEC tiene varias disposiciones que podrían considerarse como disciplinas regulatorias que son compromisos que México asumió, al igual que Estados Unidos.
Entre ellas están las salvaguardias competitivas en el apartado 18.6 del capítulo del T-MEC referente a telecomunicaciones, donde se habla que no se pueden adoptar medidas que permitan que se sigan llevado a cabo prácticas anticompetitivas.
“Lo que señala es que no se pueden cambiar los términos, los compromisos, las regulaciones del operador dominante si estas pueden tener como consecuencia que incremente su posición de mercado”
No obstante, para Negrete Pacheco, en el T-MEC hay un principio básico de equivalencia legislativa, regulatoria e institucional, es decir, que existen las mismas instituciones tanto en México como en Estados Unidos, en este caso.
Si bien ambos países tiene un órgano regulador, en el país vecino no existe la preponderancia, y eso, a decir del especialista, hace la diferencia.
“Si las tuvieran, ya hubieran ‘metido en cintura’ a sus empresas digitales, y no han podido”, advirtió.
Facebook, Google y Amazon, son ejemplo de empresas que tienen más del 80% de mercado donde operan, y si Estados Unidos tuviera una posición institucional ‘se daría un balazo en el pie’ si salieran a cabildear bajo ese principio, “porque no lo tienen en Estados Unidos, no pueden venir a pedir a México una regulación que no tienen allá”, aseveró.