El sindicato petrolero anunció que se encuentra analizando la posibilidad de irse a huelga para exigir a Pemex que cumpla con las prestaciones del contrato colectivo de trabajo, algo que no ha ocurrido desde hace nueve meses, así como el pago a tiempo de los salarios de los sindicalizados.
La huelga, que comprendería a las 36 secciones del sindicato, está provocada por la falta de prestaciones como ropa de trabajo, vivienda y equipo de protección personal. La sección 33 emitió un comunicado donde además detalló que se han bloqueado plazas en las áreas de servicios de salud, en un momento de crisis nacional.
Una huelga complicaría la refinación y distribución nacional de gasolina, diésel y turbosina. En meses recientes, la Secretaría de Energía cambió las reglas que rodean la emisión de permisos para la importación de hidrocarburos, lo que regresaría la hegemonía de la actividad a Pemex, y disminuiría la competencia en el sector.
Justamente esta falta de competencia agravaría la situación de escasez en caso de que Pemex no esté en condiciones de mantener una distribución normal de combustibles a nivel nacional.
La precaria situación económica de Pemex, que actualmente es la empresa petrolera más endeudada del mundo, ha sido atribuida en el pasado a su activo laboral, que representa una gran parte de sus gastos anuales.
Además, el contrato colectivo de trabajo impide que la empresa realice ajustes para eficientar sus operaciones, al emplear a más trabajadores por barril que cualquier otra compañía.
El sindicato agrupa a 90,000 de los 125,000 trabajadores de la empresa.