La dirección general de Impacto Social y Ocupación Superficial de la Secretaría de Energía ha dado aviso que suspenderá actividades hasta el 4 de enero del próximo año debido a la pandemia de COVID-19.

La decisión de no continuar operando de forma remota continúa con los constantes bloqueos de la oficina, y afectará la fecha de entrada en operaciones de varios proyectos eléctricos y de hidrocarburos en México.

“Si bien el tema de la contingencia es un asunto importante que debe ser atendido con la debida diligencia, me parece que hay suficientes medios y herramientas para garantizar una continuidad como lo ha hecho el sector privado e incluso algunas oficinas del sector público”, señaló René Narváez, experto en el mercado eléctrico.

“(La pandemia) no significa que las obligaciones y el cumplimiento de las actividades y lo que cada oficina tiene predispuesto en ley se suspenda. Esto no es un estado de excepción”.

Víctor Ramírez, analista del sector, recalcó que esta detención se suma a la que se venía arrastrando en la oficina desde principios de la pandemia, en marzo, lo que ha ido retrasando la entrada en operación de todo tipo de proyectos.

“La parte más grave es que estamos en recesión, que se agravó con la pandemia. Cualquier país del mundo estaría buscando cómo acelerar los procesos para garantizar la inversión en el país, mientras que México está retrasando proyectos que significarían empleos y podrían ayudar a una rápida recuperación”, explicó.

Narváez coincidió en que se trata de un mensaje contrario al que la administración ha transmitido en otros sectores, donde ha resaltado la importancia de reanudar las actividades e impulsar la recuperación del país.

Esto es especialmente grave si tomamos en cuenta que la Secretaría tiene la facultad de establecer nuevos mecanismos para seguir dando atención sin poner el riesgo al personal ni la viabilidad de los proyectos energéticos.

Como ejemplo de estos mecanismos, el experto citó el caso de la Comisión Reguladora de Energía, que volvió a abrir sus ventanillas, aunque con un servicio más lento y sin acceso al 100% de los documentos albergados en su archivo.

Analistas consultados resaltaron que esta Dirección General es uno de los departamentos más desorganizados de la Sener, y que su cierre temporal puede obedecer a la imposibilidad de solventar los trámites ya iniciados y continuar recibiendo nuevas aplicaciones, pero también señalaron que esta circunstancia no la exime de cumplir con sus obligaciones legales.

“Lo que tendrías que estar haciendo es facilitar que las inversiones que ya están en desarrollo se concreten”, dijo Narváez.

“Lo que puede pasar con este tipo de obstáculos temporales es que las inversiones que ya están en el pipeline seguramente se van a quedar en México, pero aquellas que están en etapas muy tempranas de desarrollo podrían mirar a otros países con un ambiente más favorable a la inversión”.

Ramírez señaló además que resulta irónico que el gobierno Federal promueva el desarrollo de cinco proyectos selectos del sector energético, aparentemente a desarrollarse en conjunto con la iniciativa privada, mientras bloquea la puesta en marcha de otros proyectos que también representan inversiones.