El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó este miércoles que el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas) interrumpió el suministro de gas natural a la planta petroquímica, Braskem-Idesa.

Ya no hay gas natural para la empresa porque se venció el contrato; no se interrumpió sino llegó a su fecha límite y ya no se va a renovar

dijo en la conferencia matutina en Palacio Nacional.

El mandatario indicó que se está corrigiendo el contrato “leonino” que se hizo con Braskem-Idesa en el gobierno de Felipe Calderón y que, a su parecer, afectaba la hacienda pública.

Braskem-Idesa, donde la petroquímica más grande de América Latina tiene un 75% de participación y el mexicano Grupo Idesa el restante, sostuvo que el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) le informó el lunes que no renovaría el contrato de servicios de transporte de gas natural.

El consorcio agregó que, al día siguiente, Cenagas bloqueó el ingreso del hidrocarburo a pesar de una solicitud de la firma de mantener por 48 horas el bombeo para realizar una parada segura de sus operaciones.

“Las acciones de Cenagas han causado la suspensión total de los procesos de la planta”, se lamentó Braskem-Idesa.

Esto puede tener un efecto material en los resultados operativos o financieros de la compañía, indicó en un comunicado la firma brasileña, filial de Odebrecht. 

“La decisión viola nuestros derechos incluyendo múltiples disposiciones jurídicas vigentes”, indicó. “Braskem-Idesa, en cumplimiento de sus responsabilidades fiduciarias y corporativas, debe tomar las acciones que existan en el marco de la ley para la defensa de su derecho y patrimonio”.

El complejo petroquímico Etileno XXI no pudo estimar la fecha de reanudación de las actividades.

Amenazas de AMLO se cumplen

El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha amenazado en varias ocasiones con cancelar el acuerdo firmado hace una década, que incluía la construcción del complejo petroquímico. Sin embargo, Braskem-Idesa ha dicho que no renegociará el contrato.

Representantes de Braskem-Idesa mantuvieron conversaciones con Petróleos Mexicanos (Pemex)  sobre el futuro de un contrato de suministro de etano a su planta en el sureste del país, un acuerdo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha calificado como “leonino” y le ha costado al erario millones de dólares.

“Quieren que se les siga vendiendo el gas, el etano, al 25% de su costo de mercado y que Pemex (…) le subsidie el 75% del costo del gas y además cobrando multas. Ya no podemos nosotros continuar con ese tipo de contratos porque nos convertimos en cómplices de corrupción”, opinó el mandatario.

Adrián Calcaneo, director de Midstream/Líquidos de IHS Markit, comentó que esta interrupción a Braskem-Idesa solo refleja el músculo que el gobierno utilizará para sus argumentos jurídicos contra la petroquímica.

Antes de que Etileno XXI entrara en operación, Pemex tenía un exceso de etano. Pero en los últimos años, luego de un declive sostenido en la producción de hidrocarburos, sus 88,000 barriles por día de etano son insuficientes para alimentar sus complejos Morelos y Cangrejera con 66,900 bpd y, además, cumplir con entregarle 66,000 bpd a Braskem-Idesa.