Saudi Aramco, la petrolera más grande del mundo, dejó sin cambios su dividendo, en 18,750 millones de dólares durante el tercer trimestre, a pesar de que sus ganancias cayeron 45% ante las afectaciones de la pandemia de COVID-19 al mercado de energía.
La utilidad neta de la compañía fue de 11,789 millones de dólares, ligeramente por encima de lo esperado por analistas, pero menores a los 21,291 millones del año anterior.
Aramco planea pagar un dividendo base de 75,000 millones de dólares en 2020, que desempeñan un papel fundamental para ayudar al gobierno de Arabia Saudita a gestionar su déficit fiscal.
Exxon también reafirma su compromiso con el pago de dividendo, mientras despide a 14,000 empleados
Sin embargo, analistas de Moody’s dijeron el mes pasado que es improbable que Aramco pague dividendos tan altos a menos que los precios del petróleo suban a alrededor de 55 dólares por barril en los últimos meses del año.
Tanto el WTI, principal referencial de Estados Unidos, como el Brent del Mar del Norte han sufrido los estragos de una menor demanda de combustibles debido a los confinamientos, situación que no parece mejorar debido a un rebrote de contagios.
En 2020, ambos referenciales acumulan una caída mayor a 40%, mientras que las acciones de Saudi Aramco retroceden 1.7%. En julio, Apple destronó a la petrolera como la compañía más valiosa del mundo.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados implementaron en mayo recortes a la producción para estabilizar los precios y consideran mayores reducciones, con el fin de fortalecer al mercado.
En el periodo julio-septiembre, Aramco, que se volvió pública en diciembre de 2019, reportó un flujo de caja de 12,400 millones de dólares, respecto a los 20,600 millones durante el mismo lapso del año previo.
La deuda neta de Aramco incrementó a 83,000 millones de dólares debido a la promesa de mantener su dividendo y la adquisición de la empresa química Saudi Basic Industries por 69,000 millones.
Al igual que otras petroleras, Aramco puso en marcha estrategias para reducir el gasto de capital, que incluye el despido de cientos de trabajadores extranjeros, de acuerdo con su último reporte financiero.
Con información de Reuters