Maxcom informó este martes que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le exige el pago de impuestos del ejercicio de 2015 por un monto de 631 millones de pesos.
La medida del SAT responde a que “no quedó acreditada la materialidad e indispensabilidad de las operaciones celebradas con dos de sus proveedores de terminación de llamadas internacionales”, explicó la compañía en un comunicado.
Esas operaciones no cumplen con los requisitos para considerarse como gastos deducibles, dijo el SAT a Maxcom.
En 2015, Maxcom reportó un flujo operativo (EBITDA) de 375 millones de pesos, mientras que en su más reciente reporte trimestral, correspondiente a julio-septiembre de 2019, su flujo operativo fue de 50 millones de pesos y su pérdida operativa ascendió a 53 millones.
En respuesta, la firma manifestó que en 2019 presentó los elementos y pruebas que demuestran la materialidad de los servicios recibidos por dichos proveedores, que cuentan con los permisos para comercializar servicios de telecomunicaciones autorizados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Maxcom considera que la citada liquidación es improcedente y por lo tanto ejercerá los medios de defensa correspondientes, aclarando que el citado crédito fiscal no es firme ni definitivo,
agregó la compañía.
La medida del SAT se da tras la solicitud a Alsea del pago de 3,881 millones de pesos en impuestos por la compra de Vips a Walmex en 2014.
El monto total representa cuatro de cada 10 pesos que conformarán el flujo operativo (EBITDA) anual de 2019, pues analistas de Bloomberg estiman que la compañía reporte 10,006 millones de pesos por ese concepto.