Durante los últimos 12 años, el magnate Ricardo Salinas Pliego donó al menos 1.6 millones de dólares a campañas políticas en Estados Unidos. Para ello ha utilizado una filial de Grupo Elektra: la empresa Purpose Financial Inc. –antes Advance America, Cash Advance Center, Inc.–, señalada por las autoridades estadounidenses de ofrecer “préstamos depredadores” (predatory loans) a la población vulnerable de su país. 

EL CEO analizó 1,171 papeletas de donaciones de los Comités de Acción Política (PACs, por sus siglas en inglés) de las empresas Purpose Financial y Advance America, emitidas entre 2012 y 2023, las cuales están disponibles públicamente en la página de la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.  

Los datos obtenidos arrojan que la filial de Elektra destinó 1.2 millones de dólares –equivalentes al 77.6% de las donaciones totales– a cientos de militantes republicanos a nivel federal y local, a fin de apuntalar candidaturas al senado, la Cámara de Representantes y la presidencia. 

Del análisis de donaciones, EL CEO también encontró ciertos patrones en este tipo de intervención política del magnate mexicano en la democracia estadounidense: 

  • La mayoría de los políticos beneficiados por Salinas Pliego respaldaron –y muchos todavía lo hacen– al expresidente Donald Trump, al tiempo que impulsan agendas controversiales como la desregulación de los bancos, la libre portación y adquisición de armas, la prohibición del aborto, la protección a la industria petrolera, la negación del calentamiento global, la expulsión masiva de migrantes mexicanos, entre otras.
  • Poco tiempo después de que Salinas Pliego adquirió Advance America, Elektra advirtió sobre los “riesgos” de la sobrerregulación derivada de la Ley Dodd-Frank, legislación firmada en 2010 durante la administración de Barack Obama para evitar abusos contra los ahorradores y otro posible colapso financiero (como el de 2008).
  • Al menos 67 políticos beneficiados por Salinas Pliego –en su mayoría republicanos, pero también una minoría demócrata– votó entre 2016 y 2020 a favor de relajar las regulaciones de la banca estadounidense, y con ello, facilitar la operación de pequeños sistemas de préstamos conocidos en ese país como predatory loans.

En la lista de políticos beneficiados por la filial estadounidense de Elektra aparece el demócrata Henry Cuellar, según la revisión de las papeletas electorales de la FEC. El funcionario federal recibió 11,000 dólares, a través de tres donaciones realizadas en 2016, 2017 y 2019. Cuellar, a su vez, formó parte de los legisladores demócratas que votaron a favor de la desregulación bancaria en Estados Unidos en el año 2018, como puede constatarse en el archivo del servicio informativo C-SPAN. 

Recientemente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó de una investigación judicial contra Cuellar por “soborno, influencia extranjera ilegal y lavado de dinero”. La investigación –fincada en el estado de Texas– señaló que una “compañía petrolera de origen estatal de Azerbaiyán” así como “un banco con sede en la Ciudad de México”, destinaron 600,000 dólares para “influir en la actividad legislativa, asesorar y presionar a Estados Unidos”.

El diario Reforma identificó a Banco Azteca y a Luis Niño de Rivera, entonces vicepresidente de la institución, como los presuntos responsables de los “sobornos” al congresista de origen hispano.

Grupo Salinas –conglomerado al que pertenece Elektra– negó el señalamiento y calificó la información como “calumnias”. No obstante, también aceptó que el “cabildeo” no es una práctica ilegal. “La práctica del cabildeo es una actividad absolutamente legal y regulada en EE.UU, México y muchos otros países en el mundo. Se trata de una práctica no solo normal y legítima, sino también transparente y a la que nosotros, como muchas empresas, recurrimos para salvaguardar las causas en las que creemos y siempre defenderemos”. 

“Trapped in debt”: banca para los pobres en EE.UU

El 24 de abril de 2012, Luis Niño de Rivera, entonces vocero de Grupo Salinas, formalizó la adquisición de Advance America, Cash Advance Center, Inc. para expandir las operaciones de Elektra al mercado estadounidense. La transacción resultó polémica desde un inicio, pues la Oficina de Protección Financiera del Consumidor  (CFPB) calificó su modelo de negocio como una “trampa de deuda” (Trapped in debt). 

Elektra describe la división Purpose Financial (antes Advance America) como el “mayor proveedor de préstamos no bancarios a corto plazo”, mediante créditos que contribuyen a “mejorar el poder adquisitivo de millones de familias desatendidas por los bancos tradicionales”.

Una definición que contrasta con la opinión de las autoridades financieras estadounidenses, y particularmente con los controles impuestos después de la gran crisis financiera de 2008, la llamada Ley Dodd-Frank (tanto para Wall Street como para la protección de los consumidores).

Dos años después de la compra de America Advance por Elektra, decenas de organizaciones convocaron al cierre temporal de sus sucursales y llamaron un boicot masivo a otras empresas que ofrecen ese mismo tipo de servicios. La CFPB, por su parte, también clasificó su negocio como payday loan (préstamo de día de pago o préstamo para llegar a fin de mes). 

Al respecto, la CFPB detectó que 80% de los usuarios de payday loans no podían pagar en el plazo fijado por los prestamistas; en tanto que el crédito terminaba siendo renovado por hasta cinco ocasiones, pagando tasas de interés superiores al 400%

El estudio también examinó a los prestatarios payday loans con vencimiento mensual y encontró que uno de cada cinco [clientes] permaneció endeudado todo el año […]. Los prestatarios de payday loans que entran en esta categoría incluye a los estadounidenses de edad o beneficiarios de discapacidades que reciben ingresos de seguridad suplementaria y discapacidad del Seguro Social

señaló el informe. 

Los servicios financieros de compañías como Advance America están considerados, junto a las subprime mortages” (hipotecas basura) y los “car title loans” (préstamos sobre títulos de automóviles), como instrumentos que emplean “tácticas agresivas y condiciones de préstamos desleales”.

En 2012 la adquisición de America Advance fue valorada en 780 millones de dólares y supuso para la empresa de Ricardo Salinas Pliego la “primera inversión de gran escala de Grupo Elektra en el mercado de servicios financieros en Estados Unidos”. Misma que permitiría “ampliar su base de clientes y continuar mejorando su posicionamiento de productos y servicios” entre la población hispana y otros grupos vulnerables.

Según datos del U.S Census Bureau del 2012, los latinos representaban cerca del 17% de la población estadounidense. Elektra estimó su expansión a 2,600 sucursales distribuidas en 29 estados de Estados Unidos, por lo que enfocó su estrategia de negocios a ese sector: “Advance America tiene operaciones en estados clave con grandes poblaciones hispanas tales como, California, Florida y Texas”, señala un reporte financiero del grupo. 

Y para Ricardo Salinas Pliego, Advance America significó una gran oportunidad de negocio. 

Desde la década pasada, el brazo financiero de Grupo Salinas –Banco Azteca, Afore Azteca, Seguros Azteca y Punto Casa de Bolsa– se convirtió en la “joya de la corona” del conglomerado. Actualmente, aporta más del 50% de los ingresos totales de Elektra, que al cierre de 2023 alcanzaron los 184,151 millones de pesos.

Tan solo la filial Purpose Financial genera más del 10% de ese monto. Aunque en 2016 llegó a representar más del 15% de los ingresos de Elektra, de acuerdo con una revisión de los estados financieros anuales de la compañía. 

Un reporte de la Reserva Federal de St. Louis reveló que hasta 2014, en Estados Unidos existían más establecimientos prestamistas como Advance America (payday loans) que todos los McDonald ‘s del país. La institución monetaria local contabilizó un total de 20,000 sucursales de prestamistas, mientras que la cadena de restaurantes de comida rápida, solo 14,267. 

La Fed de St. Louis atribuyó la proliferación de ese tipo de servicios a las condiciones causadas por la crisis financiera del año 2008. Un proceso –paradójicamente– intervinieron instituciones financieras “depredadoras”, ávidas de ofrecer productos de riesgo a la población más pobre de Estados Unidos a cambio de lucrativas ganancias.

La apuesta de Ricardo Salinas Pliego, no obstante, enfrentó dificultades desde el principio por el riesgo de regulaciones federales contra el modelo de negocios de los payday loans. Posibles restricciones que solo el ascenso político de una figura como el republicano Donald Trump pudo contrarrestar.

Donald Trump, el ganador

En enero del año 2017, el magnate Ricardo Salinas Pliego calificó al expresidente Donald Trump como un “payaso” a través de sus redes sociales. Esto en medio de las fricciones causadas por la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), donde el magnate mexicano –entonces– desbordó sus pasiones a favor del expresidente Enrique Peña Nieto. 

Poco duró aquel espíritu nacionalista. 

Cuatro meses después, el Sindicato Internacional de Trabajadores Unidos de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW) en Estados Unidos, mediante el portal ChedrauiLeaks y la revista Proceso, revelaron que Salinas Pliego donó al menos 250,000 dólares al Comité de Inauguración de Donald Trump. 

Dichos fondos fueron transferidos desde las cuentas de Advance America a favor del 58th Presidential Inaugural Committee, según registros del 28 de diciembre de 2016. 

Lo cierto es que Ricardo Salinas Pliego, primero con Advance America y, años después con Purpose Financial, no solo decidió donar dinero a las campañas políticas de Trump, sino también a muchos de sus partidarios en el Congreso. Trump –recordemos– prometió eliminar las regulaciones o los candados impuestos por la Ley Dodd-Frank al sistema financiero desde su campaña presidencial. 

Registros de la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por sus siglas en inglés) consultados por EL CEO advierten que Advance America y Purpose Financial hicieron al menos tres donaciones a dos PACs ligados a Trump –durante su primera y segunda campaña electoral– por una cantidad que asciende a 11,600 dólares entre diciembre 2016, noviembre de 2019 y febrero de 2020. 

Los PACs beneficiados: Trump for America Inc. y Trump Victory

Después de la victoria, la voluntad del republicano para desmantelar la Ley Dodd Frank estaba a punto de convertirse en política. En noviembre de 2016 dijo que: “los grandes bancos se han hecho más grandes mientras que las instituciones financieras de la comunidad han desaparecido a un ritmo de uno por día, y los contribuyentes permanecen en el anzuelo para rescatar a las firmas financieras consideradas ‘demasiado grandes para quebrar'”.

Entre los principales operadores de Donald Trump –que incluso respaldan su candidatura presidencial de este año- y que Purpose Financial impulsó a la esferas de poder, también está Kevin McCarthy, líder de la Cámara de Representantes de 2016 hasta octubre de 2023, cuando fue destituido en una votación sin precedentes que sumó a compañeros de su propio partido.

Al menos 50,000 dólares del financiamiento a comités de acción política del partido republicano fueron hacia el Protect the House PAC, que según información de Open Secrets está vinculado con McCarthy. Otros 18,500 dólares rastreados también tuvieron como destino final comités creados para apoyar al congresista.

Los hallazgos de la revisión de papeletas registradas ante la FEC revelan otros perfiles cercanos a Trump. Por ejemplo, William Blaine Luetkemeyer, representante del estado de Misuri en la Cámara de Representantes, a quien la filial de Elektra hizo siete donaciones por 16,500 dólares.

También políticos que públicamente se han manifestado a favor de medidas más estrictas para detener el flujo de migrantes hacia Estados Unidos, como el senador Rafael Edward «Ted» Cruz y el gobernador Gregg Abbott, ambos del estado de Texas.

El nombre de Darrell Edward Issa –exmiembro del senado y la Cámara de Representantes por el Estado de California– de igual manera está entre los principales beneficiarios de Advance America, con 18,00 dólares. 

En 2018, Trump nominó a Issa para encabezar la U.S. Trade and Development Agency, que según su página web se encarga de “ayudar a las empresas a crear empleos en Estados Unidos mediante la exportación de bienes y servicios estadounidenses para proyectos de infraestructura prioritarios en economías emergentes”.

Salinas Pliego apuesta a la derecha

En 2013 Elektra anticipó el cierre de operaciones en algunas regiones de Estados Unidos, cuando los gobiernos locales intensificaron las regulaciones al sistema financiero. La empresa no tardó en advertir que estas medidas “no permitían márgenes de ganancia tan altos como en el pasado”.

Las fechas coinciden con el momento en que el Comité de Acción Política (PAC) de Advance America modificó su esquema de donaciones: antes de 2011, la mayoría de éstas fueron destinadas a campañas de políticos ligados al partido demócrata, según datos públicos  de la organización Open Secrets.

Pero a partir de que Elektra adquirió Advance America, la empresa comenzó a limitar el financiamiento a los demócratas e incrementó las donaciones a miembros del partido republicano. La estrategia: contener una posible ola de regulaciones, no solo a nivel federal sino también local. 

En opinión de Carlos Brown, director de conocimiento y justicia fiscal en Oxfam México, Salinas Pliego ha construido una relación “pragmática” con políticos estadounidenses que defienden sus intereses. “Si más personas afines ideológicamente a él están en posiciones de poder en Estados Unidos, va a ser mucho más fácil influir en sus agendas”, dice en entrevista.

Si bien el “cabildeo” de empresarios que poseen grandes fortunas a cambio de favores políticos no es una práctica fuera de la ley, el destino de sus beneficios sí resulta cuestionable.

Por ejemplo: El estado de Carolina del Sur –sede de Purpose Financial y una región históricamente conservadora– ha sido un bastión para los apoyos político-económicos de Ricardo Salinas Pliego. El Partido Republicano de dicho estado (el South Carolina Republican Party) encabeza la lista entre los principales beneficiarios de Advance America desde que fue comprada por Elektra.

Gran parte de las donaciones analizadas por EL CEO fueron destinadas a las campañas de los senadores republicanos Timothy Eugene Scott y Lindsey Graham, así como los exmiembros de la Cámara de Representantes William Richardson Timmons IV y “Trey” Gowdy,  y el actual gobernador del dicho estado, Henry Dargan McMaster. 

Las donaciones del multimillonario mexicano a las principales campañas en el estado de Carolina del Sur suman 146,800 dólares, 12% del total de las donaciones a las candidaturas ligadas al partido republicano.

El ascenso de estos políticos coincidió con la llegada de Donald Trump al poder en 2017. Henry Dargan McMaster fue uno de los principales impulsores de la campaña del expresidente, quien a su vez  lo nominó para contender por la gubernatura de Carolina del Sur.

La investigación de EL CEO también encontró que Timothy Eugene Scott,  Lindsey Graham y “Trey” Gowdy están en la lista de legisladores que en 2018 votaron a favor de relajar la regulación bancaria. Estos nombres luego estuvieron en el centro mediático tras el colapso de Silicon Valley Bank y otros bancos regionales a principios del año pasado, atribuido precisamente al relajamiento federal de la Ley Dodd-Frank.

Scott está ligado al grupo de congresistas que representan a la industria petrolera, y en el año 2017, se pronunciaron a favor de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París

Por su parte, Timmons forma parte del Comité de Servicios Financieros en la Cámara de Representantes desde el año 2019. En la búsqueda de su reelección, Timmons es respaldado por el propio Trump en las primarias del partido republicano de este año, por lo que es probable que mantenga su posición si Trump gana la presidencia otra vez.

Las modificaciones a la Ley Dodd-Frank aprobadas en 2018 fueron votadas por un total de 67 políticos –54 republicanos y 13 demócratas–. A los comités de dichos políticos, Purpose Financial donó un total de 401,350 dólares en un lapso de nueve años, concluye la investigación de EL CEO.

Dos años después, Ricardo Salinas Pliego fue uno de los empresarios que acompañaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos a la reunión que sostuvo con Donald Trump, en el marco de la promulgación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En ese entonces, el tercer hombre más rico del país formaba parte del Consejo Asesor Empresarial creado por el hoy mandatario mexicano. Entonces, Salinas Pliego presumió fotos del encuentro. La relación entre el magnate y el presidente López Obrador todavía no se había deteriorado y Donald Trump aún podía ser reelegido a la presidencia de Estados Unidos.

Pero Trump perdió en 2021 frente al actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden. 

En 2024, Trump podría llegar al poder por segunda ocasión impulsado por empresarios que abiertamente dicen tener una visión similar a la del republicano, como es el caso del propio Salinas Pliego, quien, a partir de esa fecha, perdió influencia en el gobierno de López Obrador. 

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