En días recientes se inauguró el nuevo parque de diversiones Aztlán, que está ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec en el espacio en donde se encontraba la Feria de Chapultepec, la cual estuvo en funcionamiento por más de 50 años hasta su cierre en 2019.
La Feria cerró debido a un accidente dentro de sus instalaciones, donde dos personas perdieron la vida y otras dos presentaron lesiones graves. Tras este hecho, el Gobierno de la Ciudad de México realizó una consulta ciudadana sobre qué se tenía que hacer con el lugar.
Los resultados de la consulta arrojaron que la población prefería que siguiera existiendo un parque de diversiones, por ello, el gobierno convocó a las empresas dedicadas a la operación de este sector a presentar proyectos para desarrollar uno nuevo.
El empresario favorito de la 4T, detrás del Parque Aztlán
La exjefa de gobierno Claudia Sheinbaum fue quien estuvo a cargo de la planeación del proyecto, cuyo objetivo era la reactivación económica de la capital. Además, este proyecto se sumaba al plan del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) “Chapultepec, naturaleza y cultura”.
Para la renovación de esta zona se llevó a cabo una licitación pública y el consorcio ganador para la construcción del parque de diversiones Aztlán, fue el desarrollador inmobiliario Thor Urban Capital y la empresa Mota-Engil México, quien es la más involucrada en el proyecto.
De acuerdo con la secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles, Mota-Engil pagará a la capital del país 13 millones de pesos al año por el uso y aprovechamiento del espacio. Esto representa poco más de un millón de pesos por mes.
El presidente de la empresa, José Miguel Bejos, informó que la inversión realizada para el Parque Aztlán fue de 4,000 millones de pesos (mdp), con lo que esperan que el lugar tenga una afluencia de 15,000 personas diariamente y 3 millones al año.
Mota-Engil y los proyectos presidenciales
Mota-Engil no es nueva en cuanto a los proyectos de desarrollo en el país. Es un grupo empresarial dedicado a la construcción, servicios industriales, bienes raíces, entre otros. Su fundador fue el empresario Manuel António da Mota.
Actualmente es la quinta empresa constructora más grande en Latinoamérica y en México. Además del Parque Aztlán, ha desarrollado varios proyectos con el gobierno del presidentes Enrique Peña Nieto, pero creció aún más su participación en la administración de AMLO.
La empresa llegó al país de la mano del expresidente Peña Nieto y del líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, quienes le concedieron licitaciones de 15 plantas hidroeléctricas y una termoeléctrica.
Además, durante el gobierno de AMLO ha ganado contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex) y la construcción de algunas carreteras. Uno de los proyectos que más destaca es su participación en la construcción de las secciones 1 y 5 del Tren Maya. Por éste ha ganado cerca de 17,418 mdp.
Además de este obra, Mota-Engil logró la licitación de tres polos de desarrollo en el llamado Corredor del Istmo de Tehuantepec, donde fue inaugurado el Tren Transístmico.
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