Desde finales de la década de los 90, la banca comercial ha perdido terreno como la principal fuente de financiamiento para las empresas mexicanas, frente a los recursos que obtienen a través de proveedores.
En las últimas dos décadas, los proveedores pasaron a financiar a casi 70% de las compañías del sector privado, mientras que el acceso al crédito es cada vez menos atractivo para el empresariado nacional.
A finales de 1999, 46.8% de las empresas del sector privado se financiaban con personas o negocios que abastecían sus bienes, productos o materiales necesarios, destaca un análisis de CIAL Dun & Bradstreet México.
Para el segundo trimestre de 2021, el número aumentó a 67.4%, de acuerdo con datos de la última ‘Evolución del Financiamiento a las Empresas’ elaborada por Banco de México (Banxico). Lo anterior significa un crecimiento de 20.6 puntos porcentuales.
Entre julio y septiembre del año pasado, 36.1% de empresas usó crédito de la banca comercial y 15.8% señaló haber utilizado financiamiento de otras empresas del grupo corporativo o la oficina matriz.
Mientras que 4.5% obtuvo financiamiento mediante la banca de desarrollo, 3.9% de la banca domiciliada en el extranjero, y 1% por emisión de deuda, muestran los últimos datos disponibles de Banxico.
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Cambio de dirección para el crédito
Durante 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) creció solo 5%, de acuerdo con el dato oportuno del Inegi, por debajo del 6.5% previsto por el gobierno federal y del 6.2% estimado en algún momento por el sector privado.
Al mismo tiempo, el segundo semestre representó para el crédito comercial un cambio de dirección, que se manifestó en caídas cada vez más moderadas y que podrían llevarla a tasas positivas en el primer semestre de este año, según un análisis de Engen Capital.
Tras la crisis de 2020 a causa de la pandemia, la economía rebotó el año pasado, mientras que el crédito observó en 2021 una contracción estimada de 12.4% en términos reales. Se trata de la mayor caída desde 1999.
Se esperaría que el crédito comercial crezca alrededor de 8% real en 2022 y cerca de 6% en 2023, esto en condiciones en que la economía crecería 3.2% en este año.
Hoy, el crédito comercial asciende a alrededor de 3.5 billones de pesos y equivale a 13.2% del PIB, siendo su proporción más baja desde 2015, cuando era de 12.7%. Históricamente, en su mejor momento, este segmento del crédito representó 26.3% del PIB en 1994.
Estamos rezagados 27 años en esta materia considerando que solo pretendiéramos igualar dicho máximo
destaca el reporte de Engen Capital.
Preferencia por proveedores
El interés de obtener recursos o cuidar la liquidez, a través de proveedores, y no de la banca comercial, de desarrollo o de emisión de deuda es multifactorial.
Banxico menciona que entre los factores que limitan usar nuevos créditos bancarios destacan: la situación económica general, las tasas de interés del mercado de crédito, los montos exigidos como colateral.
Otro factor que pesa es la baja penetración de la banca y sus servicios. Apenas 45% de la población mexicana está bancarizada, según la consultora Americas Market Intelligence (AMI).
CIAL Dun & Bradstreet enfatiza que tener a los proveedores adecuados abre más oportunidades a las empresas, sin importar su tamaño.
Más allá del financiamiento y de ayudar a cuidar la liquidez; contar con los aliados correctos, se traduce en mayor calidad de los productos, menos gastos, roces y riesgos como evitar una parálisis en una línea de producción
menciona el reporte.