Pemex reportó a inversionistas que su producción de hidrocarburos disminuyó durante el último trimestre, lo que se puede explicar con la caída en la producción de Ku-Maloob-Zaap, que no ha podido ser contrarrestada por los campos prioritarios para la empresa. Esta situación puede provocar un cambio en el plan de negocios de Pemex, que ya se estaría discutiendo al interior de la empresa.
“Lo que estamos viendo es el resultado del agotamiento de la estrategia con la cual esta administración esperaba poder impulsar la producción de Pemex. El año pasado la compañía se quedó corta de su meta por segundo año consecutivo(…) a partir de diciembre pasado, lo que deberíamos esperar es ver a la empresa rezagándose todavía más frente a las metas que se establecieron en 2019 porque no tiene la capacidad para revertirlo”, dijo David Maravilla, lead analyst de Horizon Client Access.
El experto dijo que la estrategia de los “campos prioritarios” ha fallado en parte porque la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) sólo ha aprobado el plan de trabajo de 17 de los 22 campos identificados por la administración, debido a retrasos administrativos y técnicos.
La estrategia de Pemex era que cada año hubiera incorporaciones nuevas de campos maduros, algo que no ocurrió el año pasado debido a los rezagos del paquete original. Esta situación ya generó preocupación al interior de la empresa por la dificultad que conlleva alcanzar las metas establecidas para los próximos años, lo que llevaría a un potencial cambio en el plan de negocios.
“Lo más probable es que veamos este año un ajuste anual al plan de negocios, de acuerdo a la ley de Pemex, donde haya un movimiento a la baja de las metas de producción, que reflejen condiciones más realistas y se ajusten a lo que la compañía puede producir”, explicó Maravilla.
El experto consideró que el plan de enfocarse en campos maduros no ha tenido los rendimientos que el gobierno estaba esperando en 2019. Las pocas opciones de la compañía hacen pensar que un ajuste al parámetro de producción no es suficiente para mejorar la percepción de la compañía entre inversionistas.
“Si nos vamos al inicio, el tema obedece a la selección de los indicadores de desempeño. Cuando se eligió el volumen de producción quizá no fue la mejor estrategia, porque para una empresa el rendimiento después de la operación debería ser el mayor indicador de desempeño”, señaló una fuente que prefirió no ser identificada.
La fuente destacó a Ecopetrol como un símil de Pemex que ha disminuido su producción, pero ha generado mayores rendimientos. Pemex, que ha presumido disminuciones de su costo, sigue sin ser capaz de generar ganancias, incluso tomando en cuenta las inyecciones de capital provenientes del Gobierno Federal.
“Lo más conducente, desde el punto de vista de una petrolera, sería cambiar indicador de desempeño antes que cualquier otra cosa. Esto derivaría en una serie de acciones que traerían distintos beneficios. Lo que seguiría de ahí sería identificar las verticales de negocio e inversión que no generan utilidad o que generan pérdidas, para concentrarse en los campos más redituables”, dijo la fuente anónima.
Ambos expertos coincidieron en que la compañía podría asistirse de la iniciativa privada para producir en campos donde su tecnología se ve limitada, o para permitir la administración de privados, que sí lograron aumentar su producción el pasado trimestre.
“Si esto no fuera político se alinearía con el mandato constitucional de Pemex, que es generar valor para la nación”, dijo la fuente anónima.