El gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca “posicionar a México como un destino turístico competitivo, de vanguardia, sostenible e incluyente”, pero sobre todo pretende incrementar el ingreso de divisas internacionales.

El monto por este concepto fue en ascenso los dos primeros meses del año. Según datos del Inegi, en el primer mes del año el ingreso de divisas por turismo se incrementó 17.7% con respecto al año anterior, mientras que en febrero la variación fue de 15.7% en comparación con el mismo mes de 2018.

Aunque lo que se ha observado en ese periodo es un incremento en el gasto de los viajeros, el número de turistas que llegan va en descenso.

En enero ingresaron 5.3% menos turistas al país y en febrero la variación fue de -4.5% en comparación con el año anterior.

Sin embargo la Secretaría de Turismo ha reiterado que prefieren “enfocarse más en el incremento de la derrama económica que en la cantidad de turistas que nos visitan”, detalla un comunicado de la dependencia.

La expectativa para 2019 es tener una derrama económica de 23 mil 683 millones de dólares, es decir 5.2% más que en 2018.

Por ello la estrategia planteada por el nuevo gobierno se centra en la diversificación de los mercados y de la oferta turística.

Pese a ello, las acciones que ya se han puesto en marcha por parte de la nueva administración tienen preocupada a industria privada, como utilizar parte del impuesto al turismo para financiar el proyecto del Tren Maya.

Además, según cifras de la Secretaría entre enero y febrero se registró una caída de 2.4% en el promedio de ocupación nacional, efectos que analistas relacionan con la cancelación del Consejo de Promoción Turística de México y el desabasto de gasolina producto del combate al robo de combustible.