Sin importar el tamaño de la empresa, el paso del poder de una generación a otra puede impulsar el éxito futuro o poner fin al trabajo de décadas.
Hyundai realizó una importante reorganización en sus filas de ejecutivos, lo que aumentó las expectativas de una transición ordenada del poder en el imperio familiar, que ya es solicitado por sus accionistas.
La decisión tiene lugar después de que Euisun Chung fue promovido en septiembre al cargo de vicepresidente ejecutivo de Hyundai Motor, lo que lo dejó más cerca de suceder a su padre Mong-Koo Chung, de 80 años, como presidente del segundo imperio empresarial de propiedad familiar más grande de Corea del Sur.
Las acciones de Hyundai llegaron a escalar hasta 9%, su nivel más alto desde el 10 de octubre tras la noticia, mientras que los títulos en subsidiarias como Hyundai Mobis, Hyundai Wia y Hyundai Glovis también subieron.
El presidente del grupo, Albert Biermann, un exejecutivo alemán de BMW, fue nombrado jefe de investigación y desarrollo -el primer extranjero en ocupar ese puesto- en reemplazo de Yang Woong-chul y Kwon Moon-sik. La medida fue vista como un paso significativo para traer ideas nuevas al grupo dominado por coreanos.
En total, 17 altos ejecutivos fueron reasignados dentro del grupo, que incluye a Hyundai y a Kia Motors, que juntas conforman la quinta automotriz más grande del mundo.
Los movimientos se producen en momentos en que Hyundai intenta revertir una caída de sus ganancias como resultado de los costos de llamados a revisión en Estados Unidos y ventas débiles tanto en ese mercado como en el chino.
El jefe de innovación del conglomerado surcoreano, Youngcho Chi, fue promovido a presidente en el marco de los esfuerzos de la automotriz por alcanzar a rivales en tecnologías del futuro, como automóviles compartidos.
Respuesta a los inversionistas
Reformar a los poderosos conglomerados controlados por familias, conocidas como chaebols, ha sido una petición constante del gobierno y los inversionistas.
Elliott Management, una unidad de fondos de cobertura activista y que posee más de 1,000 millones de dólares de acciones en tres afiliadas clave del grupo Hyundai, exigió en abril mayores esfuerzos de la empresa para reformarse.
El fondo solicitó “una hoja de ruta más detallada sobre cómo (Hyundai) mejorará el gobierno corporativo, optimizará los balances generales y aumentará los rendimientos de capital en cada una de las compañías (Hyundai Mobis, Hyundai Motor y Kia Motors).
“Hyundai no es clara sobre su gobierno corporativo y sus políticas ante los accionistas. Ahora que (Elliot) está exigiendo respuestas públicamente, está generando expectativas de un cambio positivo”, opinó en esa ocasión una analista de Samsung Securities citado por Reuters.