El mercado ilegal e irregular de gasolina y diésel, denominado huachicol fiscal, ha seguido creciendo y ya afecta la economía de varias estaciones de servicio en distintas zonas del país, además de que distorsiona la libre competencia y pone en entredicho la tributación fiscal, alertó ONEXPO, la mayor organización de gasolineras del país.
Mediante un comunicado, la organización resaltó que el mercado irregular de combustibles ha ocasionado un grave daño fiscal al erario, al gasto público y a Pemex. Además, señaló que establece un precedente nocivo contrario a la operación normal de las cadenas de poder, lo que lo erige como un poder al margen de la legalidad.
El mercado paralelo pone bajo presión de quiebra a estaciones legalmente establecidas, lo que pone en riesgo los empleos formales de los que dependen más de 400,000 familias, dijo Onexpo.
El combustible comercializado de forma ilegal es de dudosa procedencia y no cumple con las especificaciones de la NOM-016-CRE, por lo que su afectación al medio ambiente podría ser incluso mayor a la del diésel y gasolina legales.
La organización destacó que la proliferación de combustible ilegal obedece al aumento en el número de instalaciones que realizan trasvase, almacenamiento, distribución y expendio de gasolina y diesel sin los equipos y protocolos de seguridad necesarios.
“Esto las convierte en actividades de alto riesgo para la seguridad de quienes habitan o transitan cerca de las instalaciones clandestinas”, advirtió la organización.
Onexpo reconoció el esfuerzo de las autoridades federales y estatales para combatir la comercialización ilegal, que se ha visto afectado por la reducción en la movilidad de vehículos y la crisis económica resultado de la crisis sanitaria.