La NASA confirmó este jueves que su vehículo Perseverance se posó en la superficie de Marte tras superar la peligrosa fase de descenso sobre el planeta rojo conocida como “los siete minutos del terror”.

El descenso autoguiado y el amartizaje de la nave durante una compleja serie de maniobras se erige como la hazaña más elaborada y desafiante en los anales de los vuelos espaciales robóticos.

“Se confirma que tocó tierra”, dijo el jefe de misión Swati Mohan a las 15:55 hora del Este de Estados Unidos (14:55 hora de Ciudad de México).

Los responsables de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, cerca de Los Ángeles, estallaron en aplausos y vítores cuando las señales de radio confirmaron que el rover de seis ruedas había sobrevivido a su peligroso descenso.

El proceso en sí se había completado más de 11 minutos antes, el tiempo que toma la señal para volver a la Tierra.

“Es realmente el comienzo de una nueva era”, dijo el administrador asociado de la NASA para la ciencia, Thomas Zurbuchen, durante la transmisión por Internet del evento.

La NASA publicó en la cuenta de Twitter de Perseverance una foto en blanco y negro tomada desde el dispositivo, que muestra la superficie granulosa del cráter de Jezero, en el hemisferio norte de Marte.

El vehículo robótico navegó por el espacio durante casi siete meses, recorriendo 472 millones de kilómetros antes de atravesar la atmósfera marciana a 19,000 kilómetros por hora para iniciar su aproximación a la superficie del planeta.

Este vehículo es el quinto en posarse sobre Marte tras una primera misión exitosa en 1997. Todas las naves que lo han logrado hasta ahora han sido proyectos estadounidenses.

Perseverance tiene el tamaño de una camioneta urbana y pesa una tonelada. Está equipada con un brazo robótico de dos metros y tiene 19 cámaras, dos micrófonos e instrumentos de tecnología de punta.

El amartizaje representó la parte más arriesgada de un esfuerzo de dos años y 2,700 millones de dólares cuyo objetivo principal es buscar posibles rastros fósiles de microbios que pudieran haber florecido en Marte hace unos 3,000 millones de años, cuando el cuarto planeta en distancia del sol era más cálido, húmedo y potencialmente hospitalario para la vida.

En los próximos meses el vehículo intentará recolectar unas 30 rocas y muestras del suelo que serán enviadas de vuelta a la tierra en la década de 2030.

Los científicos esperan encontrar biofirmas incrustadas en las muestras de sedimentos antiguos que Perseverance podría extraer de las rocas marcianas para su futuro análisis en la Tierra, las primeras muestras de este tipo recogidas por la humanidad en otro planeta.

“La pregunta de si había vida más allá de la Tierra es unas de las preguntas más fundamentales y esenciales que nos podemos plantear”, dijo la geóloga de la NASA Katie Stack Morgan.

Perseverance también podría allanar el camino para una eventual exploración humana de Marte, ya que cuenta con un dispositivo para convertir el dióxido de carbono de la atmósfera marciana en oxígeno puro.

Lo sucedido este jueves supuso un triunfo para Estados Unidos, sumido en el descalabro económico provocado por la crisis sanitaria del COVID-19.

Con información de AFP y Reuters