Grupo Fresnillo descartó, por el momento, impactos materiales para sus operaciones y proyectos de exploración avanzados tras la entrada en vigor de la reforma a la Ley Minera.
Sin embargo, la filial de la mexicana Industrias Peñoles, de la familia Baillères, detalló que continúa analizando los cambios a detalle.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, el principal productor de oro en México detalló las razones por las que no prevé afectaciones en diversos rubros: sus minas en operación tienen las concesiones necesarias, las cuales aún tienen 28 años de vigencia en promedio y “en cualquier caso, cada una está sujeta a renovación”.
En cuanto a sus proyectos de exploración más avanzados, Orisyvo (en Chihuahua) y Rodeo (en Durango), también cuenta con permisos de concesión con una vigencia promedio de 33 años y también están sujetos a renovación.
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Sobre las presas de relaves, uno de los métodos más comunes para almacenar el agua y residuos del proceso de minería, dijo que evalúa las implicaciones sobre los nuevos requerimientos sobre residuos, pero no espera un impacto adverso.
En el frente ambiental y social señaló que “seguirá cumpliendo con las mejores prácticas” en los lugares donde opera.
Aspectos imprecisos de la ley
Fresnillo apuntó que algunos aspectos de la nueva ley podrían necesitar aclaraciones adicionales del regulador, lo cual puede cumplirse mediante leyes reglamentarias que aún no se emiten.
El decreto relacionado con las modificaciones a la Ley Minera, de la Ley de Aguas Nacionales, de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, fue publicado el 8 de mayo en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación.
