General Motors recortará 15% de su fuerza laboral y dejará de producir vehículos en cinco plantas en Norteamérica, informó en un comunicado este lunes.

El recorte de empleos incluye tanto a trabajadores de fábricas como a 25% de los ejecutivos de la automotriz, ‘para eficientar la toma de decisiones’, dijo la empresa.

GM tenía alrededor de 180,000 empleados a nivel global al cierre de 2017, incluyendo unos 103,000 en Estados Unidos, según el Wall Street Journal. El recorte de empleos asalariados sería de unos 8,000 y el cierre de las plantas implicaría la pérdida de otros 6,000 trabajos, estimó el diario.

La decisión es parte de una gran reestructuración para ahorrar 6,000 millones de dólares con el fin de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

“Las acciones que estamos tomando hoy continúan nuestra transformación para ser ágiles, resilientes y rentables, al tiempo que nos dan flexibilidad para futuras inversiones”, dijo en un comunicado la CEO de la compañía, Mary Barra.

GM busca enfocar su producción en los vehículos más rentables, como camionetas y SUV.

Tres plantas de ensamblaje, ubicadas en Ontario, Detroit y Ohio, cerrarán a lo largo de 2019. GM  dejará de producir varios de los modelos que se ensamblan en esas plantas, los que incluyen el Chevrolet Cruze, el Cadillac CT6 y el Buick LaCrosse.

Otras dos plantas, en Maryland y Michigan, no tienen producción asignada después de diciembre del próximo año.

“Estamos ajustando la capacidad a las realidades del mercado”, dijo Barra.

Otras dos plantas fuera de Norteamérica también finalizarán operaciones el próximo año, aunque General Motors no dio detalles sobre su localización.

El plan fue revelado más temprano por Reuters y las acciones de la automotriz fueron suspendidas en la bolsa de Nueva York momentáneamente, a la espera de noticias oficiales. Cuando reanudaron operaciones, los títulos se dispararon 7.6%, a 38.50 dólares, su mayor nivel desde julio. Poco antes del mediodía (hora de la Ciudad de México) cotizan a 38.03 dólares, 5.4% más que el cierre previo.

Presionan costos

A medida que ha bajado la demanda para autos sedán tradicionales, han aumentado las presiones de costos a GM y a otras automotrices y proveedores. La empresa también ha dicho que los aranceles al acero importado, impuestos este año por el gobierno de Estados Unidos, le han costado 1,000 millones de dólares.

Una persona informada sobre el asunto dijo que GM ha debatido durante meses a nivel interno cómo enfrentar la reducción de la demanda de autos y que el tema seguramente volverá a la discusión cuando GM realice negociaciones contractuales el próximo año con el sindicato United Auto Workers.

Ante el anuncio de hoy, el sindicato afirmó que “enfrentarán esta decisión de GM a través de cualquier avenida, legal, contractual y de negociación que esté abierta para sus agremaidos”.

GM comenzó lo que se prevé que sea una transición larga y costosa a un nuevo modelo de transportes que adopte los vehículos eléctricos y autónomos, muchos de los cuales serán compartidos en vez de tener un único dueño.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, manifestó su ‘profunda decepción’ por la decisión de General Motors de cerrar su planta de ensamblaje en Canadá.

“Los trabajadores de GM han sido parte del corazón y alma de Oshawa por generaciones y haremos todo lo que podamos para ayudar a las familias afectadas por esta noticia para que vuelvan a ponerse de pie”, dijo Trudeau en Twitter.

“Ayer hablé con Mary Barra (directora ejecutiva) de @Gram para expresar mi profunda decepción por el cierre”, agregó.

Con información de Reuters y AFP

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