Las ganancias de Toyota se desplomaron 86% en su trimestre fiscal terminado en marzo, a 587 millones de dólares, respecto al mismo periodo de 2019, y prevé mayores afectaciones derivadas de la pandemia de COVID-19.

La automotriz japonesa anticipa un desplome de 79.5% en las ganancias operativas en el ejercicio fiscal 2020/21, que comenzó el 1 de abril, así como una caída de 19.8% en las ventas, ante una disminución de la demanda y la interrupción de las cadenas de suministros.

“En cuanto a la economía global en el futuro, existe la preocupación de que habrá una fuerte disminución en muchos países y regiones debido al impacto de la pandemia”, dijo Toyota en un comunicado.

Durante el próximo año, la compañía espera vender alrededor de 7 millones de vehículos a escala mundial, 2 millones menos que los registrados en el último año, sin incluir las ventas de Daihatsu y Hino, automotrices de su propiedad.

No obstante, Toyota espera un repunte más adelante este año y que las ventas se recuperen lentamente en los próximos meses hasta alcanzar el 90% de los niveles observados en años anteriores para fines de 2020.

“Suponemos que el mercado mundial del automóvil en su conjunto se recuperará gradualmente después de tocar fondo durante abril y junio de 2020”, estimó la compañía.

El gigante automotriz comenzó a reanudar sus actividades desde abril, cuando reabrió las puertas de sus plantas en Europa, mientras que la producción en la región de Norteamérica se retoma gradualmente.

A pesar de los resultados negativos, Toyota reportó una utilidad mayor a otras compañías como General Motors, que también sufrió una caída de 86% de sus ganancias en el primer trimestre de 2020 provocada por los cierres de sus plantas en Estados Unidos y China.

Para aminorar el impacto del coronavirus en su negocio, Toyota retrasará el desarrollo y lanzamiento de algunos modelos con el fin de conservar efectivo, pero mantendrá su inversión en investigación.

Con información de AFP