La justicia francesa condenó al banco suizo UBS a pagar una multa de 3,700 millones de euros (4,200 millones de dólares), por fraude fiscal y lavado de dinero proveniente de evasión.
El tribunal también atribuyó al Estado francés, uno de los demandantes, una suma de 800,000 euros en concepto de daños y perjuicios.
El monto total que UBS deberá pagar supera las ganancias netas que obtuvo en 2018, que fueron de 4,900 millones de euros, y es casi el doble de los 2,460 millones de euros que el banco había apartado para cubrir potenciales pérdidas por litigación y requerimientos regulatorios.
Luego de la condena, las acciones de UBS perdían 3.33% en Nueva York, a 12.49 dólares, a las 10:10 de la mañana (hora de la Ciudad de México).
La multa anunciada este martes -que representa un suma récord en Francia en un caso de fraude- se impuso porque el banco suizo ayudó a sus clientes franceses a esconder miles de millones de euros de las autoridades fiscales del país,
El juicio empezó a finales del 2018 tras siete años de investigaciones que empezaron cuando un exempleado denunció presuntas ilegalidades.
El inicio de la investigación coincidió con una ofensiva de las autoridades europeas contra la evasión fiscal y ciertas prácticas bancarias tras la crisis financiera global de 2008.
La presión llevó a Suiza a renunciar a su secreto bancario y a unirse a los más de 90 países que acordaron compartir automáticamente sus datos bancarios entre ellos.
En el caso de UBS, las autoridades francesas determinaron que el banco había escondido más de 10,000 millones de euros al control del fisco entre 2004 y 2012.
La fiscalía de Francia señaló que el banco y sus directores “estaban perfectamente al corriente que estaban incumpliendo la ley francesa” buscando clientes y ayudándoles a evadir impuestos.
La filial de UBS en Francia fue multada con 15 millones de euros por complicidad en los hechos.
“La decisión es incomprensible, apelaremos”, dijo el abogado de UBS Markus Diethelm afuera del juzgado. “No hemos visto hechos ni evidencias”, afirmó.
La apelación podría alargar el proceso por años y, mientras llega a su fin, el banco no deberá pagar nada.
Con información de Reuters