La verdadera preocupación energética que  enfrenta el país actualmente es el quedarse sin gas natural y muestra de ello son la serie de apagones que se están viviendo en el país, aseguró el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Barnés de Castro.

Durante la conferencia magistral Petróleos Mexicanos (Pemex), la realidad y el futuro de la paraestatal, el también socio director de CIFRA2 Consultores explicó que la vulnerabilidad de México se debe a su alta dependencia de las importaciones de gas natural, que representan el 88% del consumo nacional.

Este combustible, importado principalmente de Texas, es crucial para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la industria nacional en la generación eléctrica.

“El único riesgo real de desabasto de energía en el país lo tenemos, no ligado a los combustibles líquidos, lo tenemos ligado al suministro de gas natural”, expuso.

Las preocupaciones se centran en la posibilidad de que las decisiones externas a México, como la imposición de restricciones al suministro por el cambio climático, puedan afectar el abastecimiento. Y es que las olas de calor y próximas nevadas, que son cada vez más fuertes, el estado texano prefiera aumentar sus reservas energéticas.

Este escenario también podría materializarse tras las elecciones en Estados Unidos, dado que Donald Trump ha manifestado la intención de revisar las exportaciones de gas natural a México, no solo por la presión climática sino también porque busca que la Unión Americana pueda atraer más inversiones paliando a China y  así el país mexicano se quede sin el nearshoring.

El miembro del Consejo Directivo de las Fundación ICA explicó que la producción de gas natural que tiene el país actualmente México, apenas alcanza las demandas propias de Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Si es preocupante el término del monto de las reservas que tenemos en este momento”, señaló durante el Foro Nacional de Energía e Infraestructura del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Para el académico hay diferentes explicaciones de porqué México depende de las importaciones como la falta de infraestructura. También en que ha caído la producción, pasando de 2.8 millones de pies cúbicos diarios de gas a 1.5 millones de pies cúbicos.

“Estamos quemando grandes cantidades de gas a la atmósfera y hoy estamos aprovechando únicamente el 80% del gas natural que estamos produciendo (…) con Pemex”, remarcó.

Consumo crece y no hay inversiones en infraestructura de gas natural

De acuerdo con Francisco Barnés, mientras que la producción de gas natural ha venido declinando, la demanda está creciendo de manera sostenida, incluso, por encima del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, fundamentalmente ligado a la actividad industrial por el nearshoring.

Esta situación debería hacer que el próximo gobierno federal también “se replantee en cuál es la verdadera prioridad energética del país”.

La preocupación para el académico en materia de gas natural, también se relacionan con el último estudio de BBVA Corporate & Investment Banking sobre el sector energético nacional y el futuro de Pemex.

Para la institución, México subestima el problema de dependencia de importaciones, ya que en lugar de invertir en el gas natural decidió construir una refinería para depender menos del petróleo importado, que es el proyecto de la Refinería de Dos Bocas.

“Los Estados Unidos son la principal fuente de importaciones de México. Con este volumen de importaciones, en 2018 México se convirtió en el séptimo mayor importador de gas natural en el mundo”, detalla el análisis.

De acuerdo con BBVA, los precios de este combustible para México podrían aumentar por las nevadas en la Unión Americana, las olas de calor y los conflictos geopolíticos en Europa y Medio Oriente.

También, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que hay una falta de planificación con el gas natural en la actual administración federal, pese a la demanda energética por el nearshoring y el auge de la industria. Lo anterior parte proyectos inconclusos “que pudieron cambiar al país”.

En la última entrega de la Cuenta Pública 2022, la ASF revisó a  la Secretaría de Energía (SENER), al Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Del análisis concluyó que no se han podido concretar proyectos relacionados con el gas natural por la ausencia de una planificación coherente.

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