No se ve la fecha de apertura de Dos Bocas y aún así 37% de las aportaciones del gobierno federal en el sexenio destinadas a Petróleos Mexicanos (Pemex) se han canalizado hacia este megaproyecto. Esto equivale, prácticamente, a casi 4 de cada 10 pesos.
De acuerdo con el reporte del tercer trimestre del 2023 presentado a inversionistas, desde el inicio del proyecto en 2020 hasta el cierre del año pasado, el costo acumulado para el erario público ha ascendido a 319,490 millones de pesos.
Esta cifra equivale a 37% de los 869,490 millones de pesos de aportaciones que se hicieron a Pemex en el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
La magnitud de esta cifra supera ampliamente el presupuesto anual asignado a la Ciudad de México, la entidad federativa con la economía más grande del país, tuvo un presupuesto en 2023 por 248,415.08 millones de pesos.
Este desembolso no solo evidencia una apuesta financiera considerable por parte del Estado mexicano en un solo proyecto dentro del sector energético, sino que también destaca una disparidad notable en términos de generación de recursos.
Mientras que la Ciudad de México contribuye de manera significativa a la economía nacional, la Refinería de Dos Bocas aún no ha comenzado a operar ni a generar ingresos para el país, lo que subraya un contraste importante en el retorno de la inversión.
Mayor inversión en 2022
El flujo de recursos hacia Dos Bocas revela que el año 2022 representó el punto más alto en términos de inversión, con un total de 129,018 millones de pesos destinados al proyecto. Esta cifra constituyó el 61% del total de las aportaciones federales a Pemex, dejando a la empresa con solo 83,042 millones de pesos para el pago de deudas y el resto de las refinerías.
Paralelamente, el desempeño global de las refinerías en México no muestra signos de mejoría significativa.
En el año 2023, se registró una reducción marginal en la capacidad utilizada de destilación primaria dentro del Sistema Nacional de Refinación.
A pesar de que la capacidad de procesamiento de las seis refinerías de Pemex asciende a 1.640 millones de barriles diarios (mbd), solo se procesaron un promedio de 800 mbd, lo que representó aproximadamente el 48.3% del total.
Esta cifra no solo es 1.5 puntos porcentuales menor a la del año anterior sino que también marca una significativa disminución en comparación con el 73.9% reportado en 2011.
La inversión en Dos Bocas y el estancamiento en la reducción de la producción de combustibles plantean un escenario complejo para la política energética del país.
Mientras se destinan recursos significativos a un proyecto cuya eficacia aún está por demostrarse, la infraestructura existente opera a una fracción de su capacidad, lo que sugiere una oportunidad perdida para maximizar el rendimiento del sector refinador nacional.
Solamente se han dado largas y largas con Dos Bocas
Según información proporcionada por el gobierno federal, el plan maestro del proyecto establecía una duración de tres años, con el inicio de la construcción programado para julio de 2019 y una finalización estimada para el 22 de julio de 2022.
Asimismo, se proyectaba que la refinería comenzara operaciones en 2023, con una capacidad de refinación inicial de 340,000 barriles de petróleo diarios. El gobierno federal planteó que el costo de la obra total sería de 16,000 millones de dólares.
Sin embargo, ya arrancado el 2024 la refinería no ha generado los barriles prometidos, incluso, en enero de este año AMLO pateó la fecha para el pasado 28 de febrero.
Al presentar el último reporte trimestral de 2023, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, informó que la apertura no será en este febrero sino hasta las próximas semanas.
“Iniciará el proceso en las próximas semanas, empezamos primero con la producción de diesel y luego de gasolina, dijo el subdirector de Evaluación y Cumplimiento Regulatorio de Pemex Transformación Industrial, Reinaldo Wences.
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