Las empresas mexicanas que ofrecen servicios funerarios tienen que encontrar maneras de diversificar su negocio para mantenerse vivas en el mercado de la muerte.
En México, el sector está pulverizado, pero sobresalen empresas como Gayosso y J. García López, que se colocan a la cabeza y que compiten por un mercado de 12,000 millones de pesos.
Ambas compiten ofreciendo servicios innovadores que se alejan de los típicos de inhumación y de cremación.
Algunas de sus nuevas propuestas incluyen hacer diamantes a base de cenizas, colocar parte de las cenizas en un artículo de joyería, urnas biodegradables en agua y en tierra, la cremación de mascotas e incluso la acuamación, que es la desintegración del cuerpo en agua.
En esta industria se tiene que adaptar y encontrar nuevas oportunidades para hacer crecer el negocio. Un ejemplo de ello es que seremos la primera agencia funeraria en traer a México la acuamación a partir de este noviembre a Tijuana, además de contar con otros servicios
dijo Oscar Chávez, director de Marketing de Gayosso.
La acuamación o hidrólisis alcalina involucra un tubo metálico donde los restos mortales son llevados a cierta temperatura y se les añaden compuestos que facilitan la separación de agua, grasa, proteína y huesos. Esta técnica es ocupada en países como Canadá y Estados Unidos y es percibida como más ecológica al evitar la emisión de gases por combustión, como ocurre con la cremación.
El precio por el servicio aún no está definido, pero en el país vecino del norte, el costo va desde los 2,400 dólares, lo que equivale al tipo de cambio actual a 48,689 pesos.
Otra de las opciones que ofrecen es portar a tu ser querido en forma de una alhaja.
“La industria funeraria evoluciona, a pesar de ser una tradición muy arraigada en México, ejemplo de esto, es la creación de piezas de joyería a partir de la ceniza de los difuntos”, comentó Manuel Ramírez, director de sector funerario de J. García López.
El precio por hacer de las cenizas un diamante inicia en los 100,000 pesos en esta agencia funeraria y, de acuerdo a la firma, este año espera producir 18 de estas piezas, la misma cantidad que registró el año pasado.
Tanto Gayosso como J. García López ofrecen el servicio de entregar las cenizas del cuerpo a los deudos en urnas biodegradables en agua o en tierra, dependiendo de la voluntad del fallecido.
“Para quienes quieren que sus restos sean depositados en el mar o incluso de servir como composta para árboles y plantas, ofrecemos ese servicio”, dijo Ramírez.
El precio de la urna, que no incluye los servicios fúnebres y de cremación, se cotiza en los 3,000 pesos aproximadamente.
Para el mercado de mascotas han surgido empresas como Huellitas en el Cielo, Animal Rest, Funeral Pet y Pets In The Sky, cuyos precios pueden partir de los 3,500 pesos para arriba, dependiendo del peso y tamaño de la mascota.
Inhumación hasta tres veces más cara que la cremación
En México el costo de trámites, servicios funerarios, y la disposición final del cuerpo puede llegar a los 185,000 pesos, de acuerdo con información de las empresas.
Sin embargo, existen algunos formatos más caros que otros, como lo es la inhumación que podría triplicar el precio de la cremación.
Según datos de J. García López y Gayosso, el paquete básico que ofrecen en el cual se incluye la cremación, el traslado, trámites gubernamentales, renta del espacio para velar el cuerpo, aseo y maquillaje del difunto, así como la urna y el propio servicio de cremación tiene un costo que va de los 30,000 a los 65,000 pesos.
La ubicación importa
La variación en los costos de los diferentes servicios funerarios depende de la ubicación de la agencia funeraria. Por ejemplo, en el caso de Gayosso, en la unidad ubicada en el Mausoleo del Ángel, al sur de la Ciudad de México, su costo es de 30,000 pesos, pero por el mismo servicio en la sucursal de la calle Sullivan el precio es de 50,000.
“El costo por un servicio de inhumación o de cremación es el mismo, pero lo que sube el precio son los otros añadidos como puede ser la fosa en el panteón, el ataúd final. Nosotros tuvimos 7,500 servicios el año pasado, de los cuales 90% utilizan como opción la cremación y el resto son inhumados”, explicó Manuel Ramírez, director de sector funerario de J. García López.
Esta empresa cuenta con nueve sucursales, cada una con un horno de cremación en la capital del país, con lo que controla el 56% del total de unidades del mercado local que cuentan con un horno, según datos de la propia empresa.
Por su parte, Gayosso distribuye su servicio en 70% cremación y el 30% inhumación, impulsado por el ahorro que puede significar este gasto entre los deudos.
“La cremación es una solución práctica para los deudos cuando hay limitantes de espacio. También es una ventaja porque muchos de los campos santos se encuentran alejados de la ciudad y por el componente económico”, dijo Oscar Chávez, de Gayosso.
En el país se registran anualmente más de 600,000 defunciones, lo que da un valor potencial al mercado de 12,000 millones de pesos, de acuerdo con especialistas del sector.