PepsiCo reportó mejores resultados en su división de botanas que los que anticipaba, derivado a las medidas de autoaislamiento que se tomaron en Estados Unidos en el segundo trimestre de 2020, según Bloomberg.
A medida que el COVID-19 avanzaba por territorio estadounidense, las personas llenaron sus alacenas de papas y otros refrigerios, lo que llevó a un crecimiento de doble dígito para marcas como Tostitos, Fritos y Cheetos.
Incluso las líneas de comida más nuevas como Bare and Off The Eaten Path -especializadas en frijoles negros y frituras de garbanzos- vieron un crecimiento de dos dígitos.
No obstante, las ventas en la división de bebidas fueron débiles, porque los restaurantes, cines y estadios permanecieron cerrados como medida para mitigar la propagación del virus.
Nuestro negocio de bocadillos y alimentos ha funcionado muy bien, mientras que nuestro negocio de bebidas fue desafiado pero continuó mejorando su posición competitiva
dijo Ramón Laguarta, CEO de la empresa.
Añadió que los hábitos alimenticios de los consumidores evolucionan al estar más tiempo en casa, lo que beneficia las oportunidades de desayuno, refrigerio y cena en casa.
Los ingresos del negocio de bebidas en Estados Unidos fueron de 4,970 millones de dólares en el segundo cuarto del año, que representó 6.6% menos de lo acumulado en el mismo lapso del año pasado. En tanto, su negocio de Frito Lay Norteamérica facturó 4,273 millones de dólares, 6.5% más que el año pasado, según lo reportó CNBC.
El precio de la acción de la empresa se apreciaba 2.5% a las 10 de la mañana de este lunes, frente al precio del último cierre, de acuerdo a Investing.
De forma consolidada, sus ingresos fueron de 15,945 millones de dólares, un caída de 3% comparado con el mismo lapso del año pasado.
En tanto, su ganancia neta cayó 19% a 1,646 millones de dólares, de acuerdo a su informe financiero.