La Comisión Federal de Electricidad no tiene por qué subsidiar a sus competidores privados, sino que debe buscar ganar dentro de una economía de mercado y esa ha sido la línea de acción de su política energética, dijo Manuel Bartlett, director de la empresa, durante su comparecencia ante la Cámara de Diputados este martes.
Además, los amparos que se han presentado en su contra van también en contra de intereses nacionales, afirmó el funcionario.
“Yo no vi a Iberdrola, con su reclamo de que le demos gas a los precios que pide, dispuesta a ceder o a no cobrar la electricidad que cobra en demasía. No la vi decir que, como estamos cargando la baja de ingreso por la baja demanda, nos van a ayudar porque estén aquí para servir a México. Es la diferencia entre el sector privado y nosotros”, dijo Bartlett.
El director confirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador les ha pedido respetar la ley y las resoluciones que han tenido en su contra, aunque recordó que el ejecutivo también analiza opciones para utilizar su mayoría en el Congreso y reformar la ley. Además, defendió la posición económica de CFE y dijo que quienes han vaticinado la ruina de la empresa han fallado.
Bartlett señaló que la CFE ya está emitiendo apoyos sociales ante los cobros de energía eléctrica durante la pandemia, y negó que la compañía carezca de un actuar social.
“Ante el COVID, la CFE actuó de inmediato, estableciendo un acuerdo con Hacienda que mantiene a los usuarios en las tarifas domésticas subsidiadas, sin considerar los incrementos en su consumo durante el resguardo”, señaló ante los legisladores.
“En consecuencia, al mes de agosto, las familias mexicanas han dejado de pagar, y por tanto la CFE no ha percibido, más de 8,000 millones de pesos, evitando la migración de 6.4 millones de clientes a la tarifa DAC. La CFE protege a prácticamente todos sus usuarios domésticos, no aplazando -como hicieran otros países- sino subsidiando el excedente en el consumo. Verdaderos ahorros para la economía familiar”, subrayó.
Sin embargo, el director de CFE rechazó la solicitud de un diputado de replantear las tarifas de las deudas pendientes, y aclaró que muchas de ellas son responsabilidad de gobiernos municipales y organismos de manejo del agua.
Sobre la presa en Chicoasén, recordó que se perdió un juicio internacional durante el sexenio anterior y calificó la inclusión de arbitraje internacional en los contratos como “otra arma del neoliberalismo para quitarle poder a la CFE”.
Bartlett aclaró también que se está buscando un acuerdo con la compañía para no pagar la multa de 250 millones de dólares, que sería el equivalente al precio de la turbina que se necesita en Chicoasén, y que, en caso de que estas negociaciones no resulten fructíferas, se volverá a licitar el proyecto.
En su comparecencia, el director de CFE también se refirió a las sociedades de autoconsumo como “un fraude a la ley” debido a que no pagan tarifas de transmisión.
Durante su comparecencia, Bartlett evitó responder preguntas sobre el papel de la CFE en el manejo de los residuos de combustóleo de Pemex, así como el impacto del combustóleo y el carbón en los precios de la electricidad al consumidor.
Bartlett reiteró que la CFE está a favor de la energía limpia, pero señaló que las políticas de despacho y los precios de este tipo de energías siguen siendo un problema para la compañía.
“No es la energía limpia versus las otras, sino las medidas que se han tomado en relación a la inversión de energía solar y eólica. Pensar que estas energías son la solución es un error, porque tienen problemas muy serios mientras no se pueda almacenar la energía que producen”, dijo.
El directivo dijo que, como muestra de la fortaleza económica de la empresa, el préstamo de 10,000 millones de pesos, recién adquirido mediante la emisión de bonos, permitirá a la empresa ahorrar 5,000 millones de pesos de su deuda.