Las reformas en el sector financiero en México no causan temor alguno en la banca extranjera de élite que opera en el país, sino por el contrario, supone la oportunidad de empujar nuevas iniciativas que deriven en un nuevo escenario financiero.
Un nuevo marco regulatorio es bienvenido. Al final, el espíritu de la reforma es enriquecer y encontrar las formas para que los bancos podamos contribuir más al desarrollo del país, no menos
dijo Raúl Martínez-Ostos, líder del Grupo D de la Asociación de Bancos de México (ABM)
Si bien las reformas al sector financiero son apenas un planteamiento que está en una etapa inicial, ya ha habido discusiones iniciales, dijo el también presidente y director general de Barclays México en entrevista con EL CEO.
A finales de enero de este año, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, adelantó que la dependencia impulsaría una serie de reformas al sector financiero con el objetivo de ayudar a reconfigurar el modelo de crecimiento, a fin de hacerlo más incluyente.
En ese sentido, el funcionario precisó entonces que no solamente se enfocarían a bancos, sino que a todo el sector y todos los mercados, incluyendo seguros, derivados y capitales.
La intención de la Secretaría de Hacienda, al frente de Arturo Herrara, es escuchar a todas las entidades bancarias que conforman la Asociación, dijo por su parte Martínez-Ostos, a fin de saber qué falta y qué pueden hacer no solo en la parte bancaria, también en la parte de mercados.
“Entonces esa interacción puede ser muy positiva y enriquecer constantemente el marco regulatorio del sistema, de una forma que tome en cuenta la misión y los objetivos del sector”, agregó el directivo.
Una de los objetivos de la nueva era de banca en la 4T es actualizar la regulación a las nuevas circunstancias, principalmente en la regulación proporcional bajo nuevos esquemas “no con la finalidad de ser más laxos, sino tener una regulación simplificada o una regulación proporcional”, dijo Martínez-Ostos.
En ese sentido, precisó que ello se busca con la finalidad de encontrar un equilibrio y mecanismos para que, por ejemplo, algunas instituciones como Barclays no sean reguladas en áreas de negocio en las que no participan, y con ello puedan abaratar su costo regulatorio, un tema que tiene el apoyo y consenso de la ABM,
Líder de élite
Al estar al frente del Grupo D, conformado por 14 entidades bancarias, que además de Barclays integra a JP Morgan, Deutsche Bank y Credit Suisse, entre otros, Martínez-Ostos rescata la dinámica del grupo y la interacción con Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, así como del Comité Directivo.
Para el banquero, el Grupo D ha evolucionado de manera relevante, y si bien tiene diferentes mandatos al resto de los grupos, hay una agenda común, asegura,
Somos bancos que queremos aportar a México y reflejarlo de la mejor manera hacia el exterior, atraer más recursos y capital para apoyar la generación de empleo y el desarrollo económico
Una agenda más robusta al interior de su grupo, así como una mayor interacción con la AMB y con el resto de los grupos que conforman la ABM son los ejes rectores del Grupo D, con una perspectiva conjunta enfocada a la tecnología y a la inclusión financiera, principalmente.
Desafíos en 2020
El echar andar el Código Digital (CoDi) como forma de pago fue un punto de partida que planteó más desafíos para este y los años venideros.
Por ahora, las autoridades involucradas trabajan en conjunto para que la plataforma sí funcione como un mecanismo para poder llevar a cabo transacciones de manera mucho mas rutinaria, cuyo principal reto es que CODI se vuelva una realidad y la principal fuente de intercambio en los siguientes años.
Otro de los desafíos es la inclusión financiera. Para ello, el Grupo D trabaja con Presidencia y con diferentes autoridades financieras para encontrar el mecanismo más eficiente para llegar a cada rincón del país, para que la penetración bancaria en México crezca.
La ciberseguridad es otro de los retos. Para el banquero, el asunto no se limita al sector financiero, sino también a cualquier actor económico relevante, aunque en el caso de banca, vislumbra como uno de los riesgos más importantes para la arquitectura financiera internacional los ciberataques masivos.
Sobre todo, por el alto impacto que esto pudiera tener en el sistema de pagos, así como sobre el flujo de recursos de un lugar a otro por lo que, asegura, están trabajando en desarrollar mecanismos de protección y ser proactivos, tomando como referencia la experiencia de Barclays en otros países.
Banco del Bienestar, un plan con respaldo
Para Raúl Martínez-Ostos el proyecto del Banco del Bienestar del gobierno federal “va muy en línea” con lo que el Grupo D quiere hacer, con la claridad de que la iniciativa del presidente López Obrador “no es una sustitución de lo que están haciendo los bancos, sino que es un complemento de lo que estamos haciendo”.
Claramente el Banco del Bienestar tiene un mandato bastante robusto, que también tiene grandes retos financieros, y que al final estamos trabajando junto con ellos para que dentro de las restricciones que tienen, ver de qué manera podemos facilitar el apoyo
En esa línea, el líder del Grupo D dijo que, como en cualquier proyecto, aún se tiene que delinear la estrategia y la forma en la que irá evolucionando, sin perder de vista cuál es el objetivo final: llegar a tener vehículos de dispersión de recursos directos hacia la población, abarcar y llegar a municipios a los que hoy no llega nadie.
En su opinión, espacios y plataformas como Diconsa, que tiene plataformas por todo el país, pueden ser un complemento para unir esfuerzos o sustituir la apertura de una sucursal física con algún mecanismo digital o alguna otra para que la iniciativa integral.
Los desafíos se pondrán sobre la mesa de la Convención Bancaria 2020, que se realizará el 12 y 13 de marzo en Acapulco, Guerrero.