El presidente Andrés Manuel López Obrador trabaja en conseguir la flota para la nueva aerolínea Mexicana de Aviación, en una compra que aún no se ha cerrado y sobre cuyo destino aún hay dudas por despejar.

Durante su conferencia matutina del lunes, el presidente dijo estar en conversaciones con Boeing para que el fabricante de aeronaves asegure los aviones que requerirán.

La empresa confirmó a EL CEO el pasado 2 de mayo que se encuentran colaborando con el gobierno en el proyecto, pero no precisó en qué forma, ni cuántos aviones o de qué modelos se están contemplando.

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 Boeing está trabajando con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para apoyar el proyecto de Mexicana de Aviación. Boeing y México han sido socios por más de 60 años y el país tiene un papel importante en la estrategia global de Boeing

comentó la empresa en un posicionamiento.

En octubre de 2022, cuando confirmó la existencia de planes para una aerolínea que se filtraron en los llamados Guacamaya Leaks, el mandatario dijo que se contemplaban 10 aviones.

Los documentos filtrados, reportados por medios como El Universal, indicaron que se consideraban modelos como el Boeing 737, el Airbus A320 y el ATR-72.

De acuerdo con datos de la Agencia Federal de Aviación Civil, actualmente los Boeing 737 representan el 13.2% de la flota aérea nacional. Se trata de una aeronave para vuelos de corto a mediano alcance que puede transportar hasta 220 pasajeros.

Compra en espera

El gobierno dio a conocer un acuerdo para comprar la marca y algunos bienes de la extinta Mexicana de Aviación en enero, pero aún no ha conseguido concretar la transacción.

En su momento, el capitán Eduardo Barrera, presidente de la delegación Mexicana de Aviación en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) comentó que tanto ellos como la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) acudieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) a solicitar que se levantara el embargo sobre los bienes. 

Mientras tanto, el gobierno debía etiquetar los recursos para que la JFCA autorizara el levantamiento, lo cual se esperaba que ocurriera en el primer mes del año.

Pero en febrero, ASSA dijo a Reforma que los procesos legales iniciados en años previos por trabajadores estaban dificultando la operación.

EL CEO contactó a ASSA para conocer los avances en el proceso, a lo que la organización respondió que por el momento no hay información importante al respecto.

Faltan detalles

Fernando Gómez, analista del sector aéreo, comentó que tradicionalmente, una nueva aerolínea realiza un estudio de mercado para determinar las rutas que va a operar y qué avión es el idóneo para operarlas.

Posteriormente adquiere los permisos y concesiones necesarias para sus rutas y suele recurrir a un esquema de arrendamiento para adquirir la flota.

Sin embargo, es difícil saber las necesidades del proyecto porque aún se conocen pocos detalles o planes más específicos del mismo, comentó Fernando Gómez, analista del sector aéreo.

 No sabemos realmente qué rutas o cuál sea el propósito. Si quieren hacer una aerolínea rentable, o aunque sea que resulte autosuficiente, tendrían que adecuar la flota y el modelo de negocios

dijo en entrevista.

López Obrador ha comentado su interés por “equilibrar” los precios de los boletos de avión con Mexicana así como “dar servicio a ciudades donde no llega una línea aérea”, pero sin ahondar en detalles.

Gómez señaló que es positivo que conecte zonas poco atendidas por otras aerolíneas, pero el enfoque de atender a personas con menores ingresos podría ser un obstáculo para la viabilidad, “porque no es el mercado y si vas a subsidiar tarifas, no creo que sea negocio”.

Incluso, apuntó, un escenario de subsidio de tarifas podría derivar eventualmente en un reclamo de trato preferencias por parte de otras líneas aéreas.

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