La volatilidad en los precios del petróleo podrían traer complicaciones para que Pemex y Hacienda adquieran las coberturas petroleras del próximo año, al menos en cuanto al precio que se podrá cubrir, el costo de estas y los operadores dispuestos a ofrecerlas a México.
Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos de IHS Markit, estimó que el precio que México colocará al petróleo en el paquete presupuestal 2021 podría rondar los 22 dólares por barril, ya que la mezcla tendrá tiempo de recuperarse en lo que resta del año, cuando “lo peor de la crisis podría haber pasado ya”.
Este precio estaría muy lejano a los 49 dólares que se establecieron el año pasado, pero este podría no ser el principal problema para conseguir las coberturas necesarias.
“Mucha gente, incluido el presidente, ha salido a defender la postura de producir más porque estamos cubiertos. El hecho de que están metiendo el acelerador cuando lo prudente y lo natural y esperado sería meter el freno, hace que la gente que vende las coberturas pueda tener la percepción de que se está abusando de las coberturas y eso puede costar”, advirtió Calcaneo.
David Rosales, socio de Midstream & Downstream en la consultora Talanza Energy, señaló que los años posteriores a las últimas tres crisis de precios, Hacienda ha sido conservador con el precio que se ha elegido.
En este sentido, resaltó que una de sus mayores preocupaciones es que el precio elegido para el paquete económico 2021 sea similar a lo que se ve en el mercado.
A pesar de tener transparencia en los precios, Rosales advirtió que las coberturas del próximo año “costarán lo que cuesten”, lo que podría llevar a una ausencia de cobertura, algo que ya ha ocurrido otros años.
Calcaneo también señaló que las coberturas adquiridas por Pemex y las adquiridas por Hacienda son de distinta naturaleza, pues estas últimas están enfocadas en llenar un hueco fiscal, mientras que las de la empresa estatal se parecen más a las de otras petroleras mundiales.
Sin embargo, las condiciones de adquisición no son las mismas, pues “ellos pagan una tasa de interés más baja, dado que no son la empresa más endeudada del mundo. A Pemex le ayuda el apoyo implícito del gobierno, pero ahora puede afectar que no se esté limitando la producción”.
No será tan fácil “cerrar la válvula”
En su conferencia de prensa del martes, el presidente López Obrador señaló que Pemex habría invertido en nuevos campos a los que se les pueden cerrar las válvulas sin perder presión, por lo que México se vería menos afectado por la caída de los precios.
“Recortar producción en una situación como la que vivimos es muy difícil y todo el mundo tiene que empezar a hacerlo porque no puede sobrevivir con estos precios. Hay que bajar costos y se empieza cancelando proyectos que no están avanzados, lo que tiene un efecto sobre la oferta a mediano plazo”, explicó Rosanety Barrios, analista energética.
La experta explicó que, en términos físicos, el petróleo árabe tiene mayores facilidades para poder ser cerrado de forma sencilla y temporal. Estos campos incluso son llamados “de válvula”, misma expresión utilizada por el presidente.
Rosales señaló que el cierre de campos nuevos sólo impediría el aumento en los índices de producción, pero que no los disminuiría, sin embargo explicó que esto es probablemente a lo que el presidente se refería. Además, resaltó que uno de los elementos a tomar en cuenta para parar temporalmente un campo debería ser el costo de producción.
“Ku-Maloob-Zaap es la joya de la corona y es muy barato de producir, por lo que no creo que tenga mucho sentido pararlo. Me preocupa Burgos, por ejemplo, porque no es fácil parar y dudo que lo haga en algún punto, tampoco el complejo de Aceites Terciarios del Golfo”, explicó.